La agencia advirtió que El Salvador podría enfrentar dificultades para obtener financiamiento y pagar compromisos de deuda.


La agencia Moody's Investors Rating degradó hoy la calificación de deuda de El Salvador de “B3” a “Caa1”, con perspectiva negativa, ante el deterioro de las políticas fiscales y la restricción al mercado para nuevo financiamiento.

Ya en febrero pasado, Moody's había reducido la perspectiva de la nota para El Salvador de positiva a negativa y advirtió, en ese momento, de riesgos que aún se podrían agravar las condiciones de las finanzas públicas.

La calificación de riesgo soberana es un parámetro para los inversionistas sobre la estabilidad de un país para estos cuando salen al mercado local o extranjero a colocar deuda. En la escala de Moody's, que un soberano tenga una nota en el grupo de Caa significa que las obligaciones de deuda se consideran especulativas y están sujetas a un riesgo crediticio muy alto.







Si un país tiene un perfil crediticio deteriorado, las opciones de fuente de financiamiento se restringen tanto para el sector público como privado. Ante un mayor riesgo soberano, pocos inversionistas están dispuestos a prestar recursos y cuando lo hacen se otorgan bajo condiciones de intereses más altos.

En un comunicado publicado este viernes, la calificadora advierte que El Salvador podría enfrentarse a un mercado sin apetito para adquirir deuda salvadoreña y dificultaría obtener financiamiento para que el Gobierno pague $800 millones en bonos que se vencen en enero de 2023.

El baja de la calificación también responde a un deterioro en la calidad de la formulación de políticas que han intensificado los riesgos de ejecutar planes de ajuste fiscal y aumenta la incertidumbre sobre las perceptivas de financiamiento.

La perspectiva negativa indica que, a opinión de Moody's, la posición fiscal de El Salvador es vulnerable y susceptible a choques de financiamiento que ponen en riesgo la capacidad de pago de compromisos a futuro.

También advirtió que sin un programa fiscal con el Fondo Monetario Internacional (FMI) se eleva la presión e incertidumbre en el mercado de inversionistas. “Sugieren que el soberano seguirá enfrentando presiones de liquidez en los próximos años a pesar de la voluntad de las autoridades de promulgar medidas para lograr una mayor consolidación fiscal gradual”, agregó.