A pesar de los altos niveles de inflación con los que El Salvador cerró el 2022, los salvadoreños incrementaron el gasto y las compras de productos de uso cotidiano, reveló la última encuesta de la empresa de análisis de datos Kantar.

La inflación cerró en 7.32 % en diciembre del año pasado, aunque en el sector de alimentos este indicador se duplicó y fue el que más alzas registró a lo largo del 2022. La canasta básica incluso alcanzó los $240.37 en la zona urbana y los $181.54 en la rural, los precios más altos registrados hasta este momento en el país.

Kantar señala que, entre el 2021 y el 2022, los salvadoreños disminuyeron en un 2.9 % la frecuencia con la que realizan las compras.

Aunque las personas visitan menos las tiendas, mercados o súper, han incrementado en un 3 % la cantidad de productos que compran y hasta un 9 % el valor monetario que destinan.

Una realidad diferente se refleja en Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, en donde las personas compran productos en menor cantidad.

“La crisis es muy fuerte (...) pero en general El Salvador muestra cifras sumamente positivas”, añadió la gerente general para Kantar, Vivian Gálvez.

Comprar lo más caro.

La ejecutiva explicó que los salvadoreños se destacaron en 2022 por salir de la tendencia en Centroamérica, pues los productos que prefieren son los más grandes, y los que más alto precio tienen en el mercado (premium).

En El Salvador, las personas redujeron en un 1 % el volumen de compra de marcas económicas, en un 6 % los productos considerados en un precio medio, y un 3 % las denominadas “granel” (los seleccionados sin envases con una cantidad personalizada).

Gálvez señaló que tanto El Salvador como Honduras son países en los que probablemente ha disminuido el gasto fuera del hogar, y se ha concentrado en destinar su dinero para lo que se necesita dentro de sus casas.

El resto de la región se ha dedicado a comprar en diferentes canales en busca de promociones y comparando precios.

¿Qué sucede en El Salvador?

La vocera de Kantar señaló que detrás del comportamiento salvadoreño se encuentran las remesas y la porción de esta que se dirige hacia la alimentación de las familias.

Una encuesta de Kantar en 2022 reveló que el 32 % de los consumidores encuestados recibe remesas. De estos, un 75 % utiliza el dinero recibido para comprar alimentos, un resultado muy en línea con datos oficiales que apuntan a que más del 90 % de quienes reciben estos ingresos lo destinan para manutención.

“Además son los niveles medios (clase media) los que están impulsando la compra de la canasta”, añadió Gálvez.

El maquillaje, enjuague bucal, leche en polvo, cervezas y sardinas son algunos de los productos que han incrementado su demanda en El Salvador, pero que han disminuido para el resto de Centroamérica.

Mientras que las fórmulas infantiles, las barras de cereal, aperitivos salados, quesos, pasteles y acondicionador para el cabello, crecieron en demanda para toda la región.

En Centroamérica, el consumo de lácteos disminuyó en un 9 % entre 2021 y 2022, mientras que su costo se incrementó hasta un 5 %. Las bebidas redujeron el volumen de demanda en 4 %, aunque su precio descendió en un 1 %.

El dato

Las fórmulas infantiles, las barras de cereal, aperitivos salados, quesos, pasteles y acondicionador para el cabello fueron las categorías que más crecieron en demanda en Centroamérica.