Este programa, según el multilateral, se creó para promover el crecimiento económico equilibrado, la reducción de la pobreza, el desarrollo sostenible y el combate al cambio climático.
En un comunicado, el banco detalló que $100 millones provienen de gestiones con fuentes externas bajo el mecanismo de cofinanciamiento, sujeto a aprobación por los inversionistas.
Los recursos de esta operación se destinarán para mejorar la gestión tributaria, enfocada en reducir la brecha fiscal, aumentar los ingresos, disminuir el contrabando y la evasión fiscal. Una parte se destinará también para la implementación de la factura electrónica, lanzada esta semana por el Ministerio de Hacienda, así como el fomento al comercio y la inversión.
Condiciones.
Esta es la segunda operación bajo el OPD que el BCIE le otorga a El Salvador, la primera se aprobó en agosto de 2020 para la reactivación económica tras la pandemia del covid-19. Este crédito se estructuró para un vencimiento de 20 años, incluyendo cinco de gracia, a una tasa de interés anual del 7.41 %.El préstamo apoyará las políticas establecidas como “prioritarias para mantener su estabilidad macroeconómica y velar por el bienestar de más de 6.5 millones de habitantes, con especial énfasis en grupos vulnerables”, señaló Dante Mossi, presidente del BCIE.
Hasta noviembre, el BCIE le aprobó financiamiento al Gobierno salvadoreño por $586 millones, mientras que al sector privado unos $60 millones.
Entre las últimas operaciones aprobadas está un préstamo de $100 millones para la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL), así como un crédito de $200 millones para compensar el desequilibrio en la caja fiscal por los subsidios a los combustibles.