Ni el BCIE ni la CEL han informado el destino de estos fondos, aunque la institución señaló que la operación incidirá en las operaciones de la empresa estatal que representa el 48.7 % de la generación renovable del mercado salvadoreño.
“Estamos contribuyendo a garantizar la continuidad en la generación de energía mediante el aprovechamiento de recursos naturales y, al mismo tiempo, contribuyendo al desarrollo competitivo del país a beneficio de la población”, señaló Dante Mossi, presidente del BCIE.
El BCIE es financista en la construcción de la central hidroeléctrica 3 de Febrero, conocida como El Chaparral, un proyecto involucrado en casos de corrupción y sobrecostos.
La construcción de la hidroeléctrica en el municipio San Luis de La Reina, en San Miguel, comenzó en 2008 durante la presidencia de Mauricio Funes, aunque el proyecto se remonta a sus primeros estudios en 1998 durante la administración de Armando Calderón Sol.
El proyecto inició con una inversión de $207.8 millones, pero en 2019 la CEL aseguró que el costo se triplicó y superaría los $759 millones, y que incluso no se tenían todos los terrenos para realizar las descargas.