“Anuncio que este 30 de septiembre presentaremos ante la Asamblea Legislativa, por primera vez en décadas, el primer presupuesto completamente financiado. Sin la necesidad de emitir un solo centavo de deuda para gasto corriente. El Salvador ya no gastará más de lo que produce anualmente. Ni siquiera vamos a prestar dinero para pagar los intereses de la deuda que nos heredaron. Hasta eso lo pagaremos de nuestra propia producción”, dijo Bukele durante un discurso a la nación en el marco del aniversario 203 de la independencia.
El gobierno central, a través del Ministerio de Hacienda, tiene hasta el 30 de septiembre para presentar a la Asamblea Legislativa el anteproyecto del presupuesto general de la nación de 2025, un documento que refleja las prioridades del Ejecutivo en la inversión pública, así estimaciones del gasto y los ingresos –principalmente tributarios–.
En 2023, Hacienda presentó un anteproyecto por $9,068.7 millones, con una brecha de financiamiento de $338.6 millones.
Generalmente, la brecha se cubre con préstamos de multilaterales, inversionistas o emitiendo nueva deuda en el mercado interno o externo. Esto provoca que el déficit fiscal aumente y las finanzas públicas viven constantemente en estrés.
Beneficios para la economía
“Los beneficios que esto traerá, no solo serán inmediatos, habrá beneficios inmediatos, pero cada año serán mayores (...) se pondrán ver más en una economía robusta y en un país verdaderamente independiente no solo porque tiene paz, libertad y seguridad, sino porque será financiera y fiscalmente independiente”, añadió Bukele.“Las nuevas generaciones heredarán un país económicamente próspero”, sostuvo.
En la toma de posesión de su segundo mandato, el 1 de junio pasado, el mandatario se comprometió a que este lustro se dedicará a reactivar la economía salvadoreña, que ha mantenido el crecimiento más bajo de Centroamérica.
En su discurso, Bukele afirmó que la segunda etapa del “nuevo” El Salvador será difícil.