“El Salvador invirtió $135 millones, ahora tenemos $400 millones en bitcoin solo en la billetera pública. A nosotros nos ha ido bien como gobierno. A los salvadoreños que lo utilizaron y ahorraron con él, les ha ido súper bien, por obvias razones, por la subida de precio”, indicó el mandatario en una entrevista con la revista Time, publicada este jueves 29 de agosto.
La Oficina del Bitcoin, una delegación creada en 2022 para promover el uso de la criptomoneda, reporta que El Salvador tiene 5,857 bitcoins, que al precio actual -de $60,366- superan los $356 millones.
El Salvador se convirtió en el primer país en adoptar el bitcoin como moneda de curso legal, hace tres años, con la premisa que abarataría el costo de envío de remesas e impulsaría el acceso a servicios financieros en las personas que no tienen cobertura de la banca tradicional.
En un principio, el gobierno construyó cajeros y lanzó el monedero Chivo Wallet, con un bono de bienvenida de $30. Sin embargo, varias encuestas realizadas en los últimos tres años confirman que pocas personas volvieron a utilizar la aplicación después de gastarse el dinero.
El “bitcoin no ha tenido la adopción que esperábamos”, reconoció Bukele en la entrevista. “Yo esperaba más adopción, definitivamente, pero nosotros siempre nos preciamos de ser un país libre y libre en todo sentido”, añadió.
“Siento que pudo haber funcionado mejor, creo que todavía hay tiempo para hacer algunas cosas, pero no nos ha dejado nada malo, al contrario, nos ha dado branding, nos ha traído inversión, nos ha traído turismo”.
Nayib Bukele
Presidente de El Salvador
Bukele hizo un símil entre la libertad que tienen los salvadoreños de utilizar la criptomoneda en operaciones rutinarias y la libertad de la oposición de manifestarse. “No puedes encontrar una fotografía de un policía nuestro pegándole con una macana a alguien, no hay. No digo que nunca lo vamos a hacer”, sostuvo.
Asimismo, el presidente conoció que la adopción de la criptomoneda generó “algunas críticas, pero eso es parte del oficio”. Uno de los temas más polémicos fue la petición del Fondo Monetario Internacional (FMI) de retirar la categoría de moneda de curso legal por los riesgos en la economía, interpretado por el gobierno como una injerencia e incluso fue uno de los frenos para firmar un programa de financiamiento en 2021.
El mandatario insistió que las “cosas negativas que nos hacen ruido son inexistentes” y, por el contrario, hubo más beneficios para el país por la atracción de turismo e inversiones.