Tras varios reportes de estrés hídrico, causados por la presencia del fenómeno de El Niño y las altas temperaturas, la situación ha pasado factura al bosque cafetalero y los productores ya reportan pérdidas en sus cultivos.

Enmanuel Gil, dueño de una finca entre Ataco y Tacuba, estimó que para el ciclo 2023-2024 su producción caerá un 30 %, debido a que la falta de lluvia provocó que los granos se cayeran.



Gil señaló que necesitaba fertilizar las 12 manzanas de su finca, pero no pudo concretar el proceso por la falta de agua. Ahora estima que su producción pasará de 100 quintales de café a entre 60 y 70.

“Yo cultivo mi finca de 12 manzanas, pero realmente va a haber una merma, va a haber una baja debido a la sequía que nos ha afectado, en los anteriores tres meses”, indicó Gil.

En esta misma situación se encuentra Juan José Villatoro, caficultor que posee su finca en Comasagua, La Libertad, en donde la reducción del agua recibida sobre los cafetos provocó que el grano no cuajara. Villatoro señaló que las pérdidas rondan el 10 % de su cultivo, equivalente a entre $10,000 y los $15,000.

“Tuvimos floración, pero tuvimos purga de floración, ya de por sí nos causa a nosotros una pérdida, porque cada flores es un granito de café”, indicó Villatoro.

Junto a la baja producción, caficultores como Gil han tenido que reducir la mano de obra a la mitad, pasando de cuatro a dos jornales.

En la zona oriental la situación podría ser incluso peor. El presidente de la departamental de San Miguel de la Asociación Cafetalera de El Salvador (Acafesal), Erick López, indicó que es muy probable que el estrés calórico ralentice el crecimiento de las plantas y reduzca el volumen de la producción.

A pesar de las afectaciones de El Niño, Acafesal se muestra optimista de que la producción de la cosecha 2022-2024, que iniciará en octubre, se mantendrá en similares resultados a la corta de este año, que llegó a 875,275 y fue la más baja desde el 2020-2021.

El impacto del cambio climático.

Gil señaló que, aunque en otros años había presenciado eventos climáticos similares, este invierno se caracteriza por un recrudecimiento de la situación debido al cambio climático.

Como salvavidas, los caficultores tienen como prioridad aplicar algas para mantener la humedad en el suelo, productos agroecológicos para no dañar los mantos acuíferos, sembrar bajo sombra y fomentar el cultivo de forestales.

El sector no abandona la meta de superar el millón de quintales, algo que no ocurre desde la crisis de la roya en 2012-2013 cuando desplomó la producción a menos de la mitad.

Villatoro señaló que esta meta podría cumplirse en dos años, siempre y cuando se continúe con los planes de resiembra, de renovación del parque cafetalero y se siga apoyando con foliares.

No obstante, recalcó que se encuentran expuestos a problemas climáticos y los efectos de los conflictos internacionales, como la invasión rusa en Ucrania que disparó el precio de los insumos agrícolas en 2022.

3 datos que debes de conocer

1.- Menos lluvia

La presencia de El Niño provocó que las lluvias se redujeran en todo el país, afectando los cultivos de maíz, frijol y café. El agro ya reporta pérdidas.

2.- Desarrollo

Los caficultores dijeron que las plantas de café no pudieron “cuajar” debido a la falta de agua, bajando además el peso que los granos tendrán.

3.- Pérdidas

Gil aseguró que su cosecha caerá un 30 % al cierre del ciclo 2023-2024. Villatoro señaló que ya perdió el 10 % de sus granos cultivados.