Además del incremento en los insumos agrícolas, los productores de granos básicos temen que el fenómeno climático La Niña afecte nuevamente los cultivos y los deje en una crisis más profunda.

En las últimas semanas, se han presentado lluvias sorpresivas debido a la influencia del fenómeno de La Niña. Si bien el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) aún no presenta las proyecciones para el invierno de este 2022, para los agricultores “no es normal” y temen que afecte la producción agrícola.

Luis Treminio, presidente de la Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (Campo), señaló que la “primera amenaza” para el sector es el cambio climático que puede ocasionar en un solo ciclo una sequía severa y luego fuertes lluvias, como ocurrió en 2018.

Este este año, vamos a tener la presencia de La Niña, por lo tanto, vamos a tener mucha lluvia en el país y eso va a perjudicar al final de cuenta al sector agropecuario”.

Luis Treminio
Presidente de Campo


La Niña se forma cuando hay un enfriamiento anormal en el Océano Pacífico, que genera lluvias durante la época seca y fuertes precipitaciones en el invierno. Este fenómeno puede durar de nueve meses a tres años, en intensidad débil, moderada o fuerte.

Según los registros históricos del MARN, desde 1926, en El Salvador se han presentado unos 19 eventos climáticos de La Niña.

Treminio señaló que este fenómeno es una amenaza para el ciclo 2022-2023 que iniciará en mayo próximo porque, junto a las lluvias abundantes, se aumenta la presencia de plagas como la roya para el café o el pulgón amarillo que afecta sobre todo al sorgo y el maíz.

El sector está atento a la actualización de las proyecciones climáticas del MARN para el invierno, pero la gremial ha recomendado a los productores de la zona central y occidental que comiencen a cultivar hasta junio para reducir el riesgo de pérdidas, mientras que en oriente los trabajos de campo son a partir de agosto.

Insumos caros, la otra amenaza.

Incluso antes de la guerra en Ucrania, el sector ya se enfrentaba a costos más altos por el encarecimiento de los insumos agrícolas desde septiembre del 2021. El año pasado, para cultivar una manzana de maíz se invertían $475, pero a inicios de este año el costo se disparó a $803.

La invasión rusa a Ucrania puso en números rojos al sector porque Rusia es uno de los principales exportadores mundiales de fertilizantes. En el caso de El Salvador, es el segundo proveedor después de China.

El sector reclama que desde enero pasado en los centros de abastecimiento ya se vendían más caros los insumos, antes de la invasión. “Hemos estado conversando con nuestros productores y hay un sinnúmero que manifiestan que este año van a bajar la producción porque van a sembrar menos de lo que hicieron el año pasado”, indicó Treminio durante un foro.

Para Raúl Aguilar, de la Asociación Cooperativa el Éxito de Santa Clara, la suspensión temporal a los aranceles a varios alimentos de la canasta básica no tendrá mayor impacto en el costo de la vida porque la mayoría ya ingresaban con beneficios desde los países vecinos.

El sector también reclama que venden a precios bajos, que incluso no cubren los costos de producción, porque los comercializadores acaparan. Treminio aseguró que en 2021 el costo promedio de cultivar un quintal de maíz era de $16.29, pero varios agricultores lo vendieron a $15.

Tres crisis que enfrenta el agro

El sector tiene varios retos, desde el incremento en los insumos hasta el riesgo de pérdidas por el cambio climático.

1.- Insumos: los productores señalan que el costo de producción de una manzana se duplicó en el último año debido al encarecimiento de los insumos agrícolas.

2.- Cambio climático: es un riesgo latente para los productores, y se espera que para el ciclo 2022-2023 el fenómeno de La Niña afecte los cultivos si hay exceso de lluvias y plagas.

3.- Costo: entre los costos que los productores aseguran les afectará este año está el incremento del salario mínimo. Antes pagaban $1 la hora y ahora es de $1.25.