El precio de los alimentos se anotó un nuevo incremento en julio pasado de hasta $4.59 en la zona urbana y $5 en la rural, confirma la última actualización de la Oficina Nacional de Estadísticas y Censos (Onec).

La canasta básica alimentaria (CBA) de la zona urbana llegó a $255.35, el monto más alto desde que se tiene registro a partir de 2001. Solo este año ha aumentado $10.33, mientras que la variación en comparación con el mismo mes de 2022 es de $16.64.

De acuerdo con la Onec, la canasta básica en la zona rural llegó a $193.98 en julio. Esta cifra es $8.72 más cara que lo que costó a inicios del año, pero la variación interanual es mucho más alta, en $15.9.
La CBA está conformada por un grupo de alimentos que representa el requerimiento mínimo calórico para que una persona realice su trabajo. Incluye raciones diarias de tortillas, frijoles, carnes (res, cerdo y aves), grasas, huevo, frutas y verduras.

La actualización de la Onec detalla que en julio los alimentos que más subieron de precio en la zona urbana corresponden a la ración de las tortillas, el arroz, las carnes, las grasas, la leche fluida, las frutas, las verduras y los frijoles.

En la región rural, la ración de tortillas fue de las que más se encareció, seguido del arroz, las carnes, las grasas, la leche fluida, las frutas, los frijoles y el azúcar.

Los únicos que registraron bajas fueron las raciones de pan francés y los huevos en la zona urbana, mientras que en la rural solo se redujo el precio de los huevos.

Frijoles y aguacates.

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) señala que la división de alimentos y bebidas no alcohólicas tuvo una variación al alza de 0.06 puntos en julio, con lo cual la inflación de este grupo llegó a 6.40 %.

La inflación de esta división es la más baja desde octubre de 2021 y se aleja de la cota máxima registrada en agosto de 2022, cuando rebasó el 14.5 %. Sin embargo, no significa que el precio de los productos baje, por el contrario, siguen subiendo, pero a un ritmo más moderado que hace un año.

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A diferencia de la canasta básica, el IPC es más amplio e incluye también los servicios que los salvadoreños demandan para suplir sus necesidades. En julio hubo significativas alzas y los productos que más subieron fueron el aguacate, la cebolla, los frijoles crudos y las tortillas.

En tanto, hubo bajas en el costo del gas propano, la papa y el huevo de gallina. El IPC también registra que se redujo el costo de viajar por aire y el precio de los detergentes para lavar ropa.

Los sondeos de precios del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) confirman que el quintal de frijol se mantuvo en julio por encima de los $100.

El quintal de frijol de seda nacional, uno de los más demandados por su suavidad, se colocó en promedio en $110 el 31 de julio pasado, $2.5 más barato que a finales de junio, pero $21.6 más caro en comparación a cómo se vendía hace un año.

La caja de aguacate hass mediano (conocido como el aguacate mexicano) se colocó en $32.2 a finales de julio, al menos $4.4 más cara que en los últimos días de junio.

El quintal de maíz blanco se colocó en $28.7 a finales de julio, treinta centavos más barato que los $28.4 que costó en junio.

El dato

Una familia de la zona urbana que gane el salario mínimo del sector de la industria o servicios tendría que destinar hasta el 70 % de sus ingresos para comprar alimentos.