El número salvadoreños en inseguridad alimentaria aumentó en casi medio millón de personas en la última década, reveló un estudio publicado ayer por cinco organismos de Naciones Unidas.

El “estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo (SOFI)” pone de manifiesto que el número de personas que se enfrentan a hambre aumentó a nivel mundial en los últimos tres años por un cóctel de crisis: comenzando en 2020 con la pandemia de covid-19, la inflación que se disparó entre 2021 y 2022, el conflicto en Ucrania -considerado el granero del mundo-, y eventos climáticos extremos.

Dicho documento incluye aportes de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Programa Mundial de Alimentos (WFP) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

El número de personas en inseguridad alimentaria severa o moderada representó el 48.4 % de la población de El Salvador entre 2020 y 2022, equivalente a 3.1 millones de salvadoreños.

Esta cifra fue 500,000 salvadoreños adicionales en comparación con los 2.6 millones (un 42.2 % de la población) registrados entre 2014 y 2016, un 19.2 % de aumento en casi una década.

Del total, un millón de salvadoreños se encontraba en inseguridad alimentaria severa y representan el 13.8 % de la población.

Sin incluir datos de Nicaragua y Panamá, el informe de la ONU proyecta que El Salvador tiene la tercera tasa más alta de inseguridad alimentaria como proporción de su población. En Guatemala representa un 59.8 %, seguido de Honduras con un 56.1 %.

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El hambre sin dar tregua.

En 2022, más de 735 millones de personas se enfrentaron al hambre a nivel mundial, una cifra que aumentó en 122 millones respecto a 2019.

La edición del SOFI plantea que la cifra de personas en hambre se mantuvo “relativamente estable” entre 2021 y 2022, pero en “muchos lugares” la crisis alimentaria se agravó, en particular en Asia occidental, el Caribe y África.

“Hay rayos de esperanza” en algunas regiones, en especial en América Latina y Asia, donde se registraron progresos para reducir la brecha alimentaria, señaló Antonio Guterres, secretario general de la ONU.

“Esta es la ‘nueva normalidad’ en la que el cambio climático, los conflictos y la inestabilidad económica están alejando a las personas marginadas todavía más de la seguridad, no podemos seguir haciendo simplemente lo que se ha hecho toda la vida”, agregó QU Dongyu, director general de la FAO.

Más que solo comer.

El término de seguridad alimentaria abarca más allá del hecho de solo tener los alimentos para satisfacer las necesidades básicas de una persona, pues también considera la calidad, el acceso y su costo.

La ONU calificó de “desalentadora” la situación de la nutrición, pues, según el documento, al menos un 29.6 % de la población mundial no tenía acceso constante a los alimentos en 2022, un porcentaje que equivale a 2,400 millones de personas.

El SOFI estima que en El Salvador ha dado pasos para reducir la prevalencia de la desnutrición, pues pasó de 9.2 % entre 2004 y 2006 a un porcentaje de 7.7 % entre 2020 y 2022.