Atrás quedaron los temores por la pandemia del covid-19, que hace solo dos años sumergió a la economía mundial en su peor recesión de la historia reciente. El conflicto entre Ucrania y Rusia, el endurecimiento de la política monetaria y la inflación son ahora las principales preocupaciones para los bancos centrales.

El Salvador no escapa de esta coyuntura y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) advirtió ayer que la economía se enfrentará a una fuerte desaceleración en 2023, con un crecimiento previsto de apenas 1.9 %.

En la actualización de sus perspectivas para América Latina y el Caribe, la agencia de Naciones Unidas mantuvo sin cambios su pronóstico para la economía salvadoreña en 2.5 % este 2022 y reafirmó que será la de menor crecimiento en América Central.

Solo este mes, tanto el Banco Mundial como el Fondo Monetario Internacional (FMI) han rebajado sus pronósticos para 2022 de la economía salvadoreña a 2.4 % y 2.6 %, respectivamente, mientras que la proyección oficial es de 2.8 %.

Según la agencia de Naciones Unidas, con sede en Chile, los países vecinos de Guatemala y Honduras crecerán este año un 3.7 % y 3.5 %. Nicaragua, que sigue sumergida en una crisis política y económica, experimentará una expansión del 3.5 %.

Costa Rica crecerá también 3.5 % y Panamá liderará la región con un 7.4 %.

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2023, un año más retador

Si bien la Cepal mejoró su previsión de crecimiento de América Latina para este año de un 2.7 % estimado en agosto pasado a un 3.2 %, anticipó que el 2023 será un año más retador con una acentuada desaceleración, que prevé a un 1.4 %.

“Los países de la región se verán nuevamente enfrentados a un contexto internacional desfavorable, en el que se espera una desaceleración tanto del crecimiento como del comercio global, tasas de interés más altas y menor liquidez global”, señaló la Cepal que también advirtió que los factores domésticos de cada economía harán lo suyo y afectarán la actividad productiva.

Ya el FMI había advertido que “lo peor está por llegar” para 2023 porque se sentirá como “un año de recesión, ya que más de una tercera parte de la economía mundial se contraerá mientras que las mayores motores -Estados Unidos, la Unión Europea y China- seguirán estancadas.

“Para las economías de América Central y México, el bajo dinamismo de Estados Unidos, principal socio comercial y primera fuente de remesas de sus países, afectaría tanto al sector externo como al consumo privado”, señaló.

A nivel interno, continuó explicando la Cepal, los países se enfrentarán el próximo año a un entorno complejo por la política fiscal dado los altos niveles de deuda pública, en un contexto de demandas de gasto para impulsar medidas paliativas para la población ante el encarecimiento del costo de la vida.

A nivel monetario, se espera que los bancos centrales mantengan las restricciones en las tasas de interés por la elevada inflación, cuya principal consecuencia es la apreciación del dólar que limita la capacidad de compra de las familias.

El dato

El estancamiento económico en Estados Unidos afectará a El Salvador a través de las remesas, ya que $9 de cada $10 provienen de este país, así como en comercio exterior.