La presidenta de la Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport), Silvia Cuéllar, aseguró este jueves que hay "otros tocando puertas" para retomar la ruta marítima que suspendió el ferri entre el Puerto de La Unión y el Puerto Caldera, en Costa Rica.

Después de cuatro meses de altibajos, el servicio de la ruta se suspendió esta semana de manera indefinida e incluso la empresa Marinsa -que tiene la representación legal del ferri en Costa Rica, confirmó que se pagó una suma significativa para trasladar el buque al Atlántico.

Cuéllar reiteró en la entrevista de Frente a Frente que el cese de operaciones responde directamente a que el servicio no era rentable, principalmente porque las tarifas eran muy altas para las empresas.

“Es un tema de rentabilidad, si le es rentable otra ubicación, pues se pasó otra ubicación, aquí pasaron tres meses, pero no quiero decir que el ferri termina, pero hay otros tocando puertas”, señaló Cuéllar.

Coexport no descarta que la ruta se retome nuevamente e insiste en que el proyecto el viable. En los cuatro meses de operaciones, añadió Cuéllar, se demostró que el servicio puede movilizar mercancías de Guatemala a Panamá.

“Seguimos creyendo en el proyecto, que es viable y que se debe hacer el esfuerzo para que esos otros que están tocando puertas pues lleguen”.

Silvia Cuéllar
Presidenta de Coexport


El gobierno salvadoreño no ha confirmó el cese de operaciones del buque. Los registros de la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA) señalan que entre agosto y noviembre el navío apenas realizó 14 viajes, cuando se contemplaba que la empresa tuviera un itinerario de dos trayectos semanales.

A inicios de diciembre, Coexport confirmó que el servicio se había suspendido mientras la naviera negociaba con las empresas un volumen de carga, ya que en promedio se requerían 60 contenedores para que un trayecto fuera rentable.

Lecciones aprendidas.

La vocera de Coexport aseguró que el ferri dejó como lección la necesidad de que se establezca una tarifa competitiva para los exportadores.

Además, señaló que es necesario que se llegue a acuerdos con el sector transportistas, pues, además de pagar por el transporte marítimo, los empresarios debían incluir en sus presupuesto el costo de traslado de un medio de carga al Puerto de La Unión y de Caldera hasta la fábrica del importador costarricense.

Cuéllar aseguró que las empresas pedían un servicio “door to door”, es decir, que con una sola tarifa se abarcara el transporte marítimo y terrestre entre ambos países. Una iniciativa que se impulsó, pero “hasta el final”.

“Se hizo, una empresa estaba funcionando, lo que entiendo que ese servicio era con camiones de tres ejes porque generalmente se va con camiones de dos ejes, entonces la tarifa de todas maneras le salía un poco más alta, pero salía mejor. Y sí se lograron negociaciones con ciertas empresas”, añadió la presidenta.

De igual manera, se compró que la infraestructura del Puerto de La Unión es adecuada para operar este tipo de servicios. Antes del ferri, la terminal tenía la industria pesquera como principal cliente.