Los trabajadores se fueron a paro el 1 de octubre, por primera vez desde 1977, después de que no hubo un acuerdo sobre un aumento salarial entre la Asociación Internacional de Estibadores (ILA) y la Alianza Marítima de Estados Unidos (USMX), que representa a navieras y operadores de terminales.
Para el 3 de octubre se levantó la medida cuando se acordó una prórroga al contrato marco de los empleados hasta el 15 de enero de 2025. Silvia Cuéllar, presidenta de Coexport, indicó que el restablecimiento del flujo comercial “no se hace de la noche a la mañana”.
“Todavía tenemos problemas de rezago para recibir materia prima o de nosotros exportar porque no se ha podido recibir en el tiempo que estaba establecido. Sin embargo, no es tan grave y estamos entendiendo que ya se está despejando todo afortunadamente. Se habían estimado dos semanas para despejar, pero ha tomado un poquito más”.
Silvia Cuéllar, presidenta de Coexport
Según ILA, en la huelga participaron más de 45,000 trabajadores que paralizaron 36 puertos, por donde circula una gran cantidad de mercaderías y materias primas, que generó temor en el mercado internacional por una interrupción en el suministro.
Cuéllar advirtió que el tema quedó en el tintero cuando se finalice la prórroga en enero de 2025 y se retomen las negociaciones. Un artículo de The Wall Street Journal, que cita fuentes cercanas a los sindicatos, la Alianza Marítima propuso un aumento al salario de 63 % de manera gradual en los próximos seis años.
Estados Unidos es el principal socio comercial de El Salvador, con $1,468.3 millones exportados entre enero y agosto de 2024, un 34 % del total, mientras que sus importaciones sumaron $3,010.03 millones, un 28.8 %, según el Banco Central de Reserva (BCR).
Además de amenazar el desempeño de la economía estadounidense a semanas de las elecciones presidenciales, el paro se sumó a una cola de trabas en los puertos a nivel internacional que ha generado un desequilibrio en la cadena de suministro similar a la registrada en 2020.
