Las comunidades cercanas al río Lempa, en el departamento de San Vicente, así como las islas de El Jobal, en Usulután, y La Calzada, en La Paz, son algunas de las que urgen atención por el gusano barrenador, según la Mesa Agropecuaria, Rural e Indígena.

El coordinador de la gremial, Mateo Rendón, explicó que estas comunidades fueron ubicadas a través informes de la población al teléfono 2202-0881 o 2202-0226, habilitado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), así como por reportes de cooperativas parte de la Mesa Agropecuaria.

La Mesa Agropecuaria, que mantiene reuniones semanales con autoridades del MAG, aseguró que estas comunidades serán los puntos principales para campañas de vacunación de ataque y prevención del gusano barrenador a nivel nacional.

En estos encuentros, tanto el MAG como los productores analizan las zonas más perjudicadas y dónde deben concentrarse las actividades de control y ataque.



Esta semana las brigadas con técnicos del MAG se dirigirán hacia San Vicente, mientras que en los próximos días se visitarán las islas El Jobal y La Calzada.

“En el caso de estas islas como son cooperativas, ellos me llaman a mí y me dicen que están teniendo problemas y se les está propagando (la enfermedad)”, indicó Rendón.

Este lunes también se ejecutó una campaña en la zona de Guaymango y Jujutla, en el municipio de Ahuachapán Sur, departamento de Ahuachapán.

Rendón dijo que en esta zona ya se ejecutaron las primeras curaciones en marzo.

Según la Mesa Agropecuaria, los reportes vienen tanto de ganado como de perros, porque las campañas de vacunación no discriminan y atienden a cualquier animal enfermo.

El productor indicó que cuando se ejecuta una actividad de estas se selecciona un grupo de tres o dos personas como encargados de un botiquín previsional que el MAG otorga para curar a futuras víctimas del GBG.
Control en ganado La semana pasada, el viceministro de Agricultura, Óscar Domínguez, aseguró que los casos de gusano barrenador en ganado estaban “controlados”.

Rendón aseguró que las declaraciones de Domínguez son acertadas, pero que la situación actual está relacionada con las brigadas de vacunación que iniciaron en la zona del bajo Lempa, en San Miguel, y se han extendido a diferentes partes del país.

“El ministerio nos dio los técnicos para hacer las campañas en diferentes territorios que han estado más ‘emplagados’, eso significa que el ganado está más controlado”, puntualizó el productor.

La Mesa Agropecuaria estima que junto al MAG se han vacunado alrededor de 120,000 cabezas de ganado, y aseguró que la semana pasada se desarrolló uno de estos eventos en diferentes zonas del río Lempa, en el departamento de Usulután.

Pese a los esfuerzos, la Mesa aseguró que el verdadero problema radica en los perros callejeros, que se han convertido en un foco de infección y en víctimas sin voz en medio de la emergencia zoosanitaria activa desde febrero de 2025.

El ganadero recordó que cuando una hembra canina anda en celo o ‘embullada’ muchos perros se pelean, al punto de morderse y de convertirse en objetivos potenciales de la mosca del gusano barrenador.

El gusano barrenador reapareció en El Salvador en diciembre de 2024, luego de cerca de 30 años de erradicada la enfermedad. Desde entonces, se han registrado 1,171 casos de gusano barrenador hasta el 19 de abril de 2025, según el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (Oirsa).

Tras la detección del Ministerio de Salud (Minsal) de los primeros tres humanos infectados, el Colegio Médico de El Salvador (Colmedes) pidió la semana pasada a las autoridades salvadoreñas declarar epidemia.