La población de ganado bovino en El Salvador ha decrecido en la última década y, hasta 2022, en el país se registraron 757,942 animales a nivel nacional. Casi una tercera parte se encuentra entre Usulután y La Unión, según el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).

El anuario de estadísticas agropecuarias del MAG, publicado en febrero, señala que Usulután tiene un 18 % de la población de bovino en su territorio, con 136,301 animales, mientras que un 16.2 % está ubicado en La Unión (122,595).



En tercer y cuarto lugar se encuentra Chalatenango, con 79,401 animales, y San Miguel, con 78,782.

Ahuachapán, San Salvador y Cuscatlán son los tres departamentos que menor cantidad de ganado poseen, abarcando aproximadamente un 4 % de toda la población.


POBLACIÓN DE BOVINOS EN 2022
Cifras por departamentos.

  1. Usulután: 136,301
  2. La Unión: 122,595
  3. Chalatenango: 79,401
  4. San Miguel: 78,782
  5. San Vicente: 63,326
  6. Cabañas: 62,028
  7. Morazán: 47,465
  8. Santa Ana: 43,793
  9. La Paz: 41,899
  10. La Libertad 29,072
  11. Sonsonate: 23,020
  12. Cuscatlán: 15,205
  13. San Salvador: 7,678
  14. Ahuachapán: 7,378
Fuente: Anuario estadístico agropecuario del MAG.

Caída en la producción.

La población de ganado ha caído considerablemente en el país desde 2010, cuando 1.2 millones de animales se registraron a nivel nacional, lo que significa una reducción de un 39.2 % hasta 2022, cuando se registraron más de 757,000 bovinos.

Los ganaderos han explicado con anterioridad que la delincuencia, sumado al cuatrerismo, fueron de las principales causas que empujaron a la reducción de los animales en El Salvador.

El descenso ha sido notorio a corto plazo, pues entre 2021 y 2022 en El Salvador se contabilizaron 33,040 bovinos menos, marcando una caída de un 4.2 %.

De hecho, Ahuachapán y Morazán son los departamentos que reportaron la reducción más marcada, pues cayeron un 43 % y un 37.4 % en dicho periodo. Para 2022, la primera de las zonas sumó 7,378 animales mientras que el segundo contabilizó 47,465.

La tendencia fue diferente en San Miguel y San Vicente donde la población de bovinos aumentó un 40.4 % y un 28.6 %, respectivamente.