El gobierno señaló que, con esta nueva modalidad, se vigilará y monitorea el mercado. La persona que funge en este rol está autorizado, a pesar de estar encubierto, para detectar hallazgos de prácticas abusivas, como incremento en el precio de los artículos de forma injustificada, condicionar la venta de un bien y la contratación al consumidor.
Las labores de inspección se realizan por parte de personal capacitado de la Defensoría, solo que, al momento de visitar un establecimiento, se hará pasar por un consumidor y no como miembro de la institución.
El presidente explicó que, cuando el delegado encubierto compruebe que existe alguna anomalía, procederá a identificarse como inspector. Posteriormente, se activará un procedimiento administrativo ante el Tribunal Sancionador.
¿Qué buscarán?
Los delegados encubiertos también pueden detectar publicidad engañosa, falta de información en promociones y ofertas, y el incumplimiento de las condiciones de oferta.
“Esta nueva disposición se sustenta en las recientes reformas a la Ley de Protección al Consumidor, que están vigentes a partir del pasado 3 de julio”.
Ricardo Salazar
Presidente de la Defensoría del Consumidor
El personal encubierto también buscará detectar aumento en el precio de bienes o servicios en compras con tarjeta de crédito, así como incumplimientos a las obligaciones y prohibiciones especiales para los proveedores de servicios financieros.
Este tipo de inspectores pueden imponer multas que irán desde los 50 hasta los 500 salarios mínimos.
Salazar dijo que esta nueva estrategia se articula con lo que la Defensoría ya impulsa en el país, en donde se busca prevenir lesiones al bolsillo de los hogares salvadoreños.