La demanda en la compra de nuevas propiedades impulsó el crédito de vivienda otorgado por el Fondo Social de la Vivienda (FSV) durante el primer semestre, que experimentó un repunte de un 3.7 %.

El FSV señala que, entre enero y junio de 2023, el total de créditos otorgado rondó los $82.6 millones, una cifra que subió $3 millones para el mismo período de 2024, cuando se aprobaron $85.6 millones.

El informe del Fondo comprueba que, aunque el monto otorgado incrementó, las operaciones fueron menores que hace un año, al pasar de 3,864 a 3,419, una baja de un 11.5 %.

La situación apunta a que se otorgó más dinero por cada crédito aprobado por el FSV. En 2023, por cada préstamo aprobado se desembolsaron un promedio de $21,382, una cifra que subió a $25,061 para este año.


Empuje del sector

El Fondo otorga líneas de financiamiento para adquirir vivienda nuevas y usadas, comprar lotes, trasladar deuda, así como construir de forma individual, remodelar y ampliar las casas, y aplicar a viviendas recuperadas por el FSV.

Para el primer semestre, los créditos para vivienda nueva empujaron al incremento de montos otorgados en el sector.

El informe detalla que estos pasaron de $31.2 millones en 2023, otorgados a través de 915 operaciones, a $44.4 millones para el mismo período de este año, por medio de 1,218 créditos, un alza de un 42 %.

Por su parte, los créditos otorgados para viviendas usadas y recuperadas por el FSV cayeron un 12 % y un 38.4 % respectivamente, luego de superar $26.6 millones y $10.6 millones al cierre de junio de 2024.

Según el Fondo, un 36.2 % de las operaciones de créditos que se otorgaron corresponden a vivienda usada, mientras que un 35.6 % fueron nuevas, y un 21.3 % fueron inmuebles recuperados por la institución.

El FSV señala en su portal que para aplicar a los créditos se necesita ser empleado activo con seis meses mínimo de cotizaciones, ya sea en el sistema de ahorro para pensiones o ser trabajador independiente.

Los interesados en aplicar deben tener un mínimo de dos años de actividad económica, ser mayor de edad -con límite de 69 años-, y ser una persona sujeto a seguro de deuda.

Tener un buen récord crediticio y estar solvente con el Ministerio de Hacienda para un precio de venta igual o mayor a $30,000.