Después de registrar picos récords, el riesgo país de El Salvador, medido por el Indicador de Bonos Emergentes (EMBI), ha mostrado reducciones significativas en los últimos meses y se colocó en 14.33 puntos el 23 de enero pasado, un valor no visto en el último año.

El EMBI comenzó a subir a niveles inéditos en 2021 después de la adopción del bitcoin como moneda de curso legal y por las alertas de economistas y calificadoras de riesgo sobre la limitada capacidad de liquidez del Gobierno central para hacer frente al pago de $800 millones en bonos, que se vencieron este 24 de enero.

Este indicador fue creado en 1990 por la financiera estadounidense JP Morgan y es de referencia para los inversionistas. Básicamente mide el nivel de certeza de un país emergente de que podrá honrar sus obligaciones y calcula el “spread”, que es la tasa de interés que tendría que pagar un emisor de deuda, más la de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, considerados libres de riesgo.

Los datos del perfil de El Salvador datan de 2007 y confirman que su nivel más alto se registró el 15 de julio de 2022, cuando llegó a 35.12 puntos.

En esas condiciones, si el Gobierno salía al mercado, lo menos que hubiera tenido que ofrecer es 35 % de interés, al mismo tiempo de que era posible que solo encontrara apetito de los fondos de inversión de riesgo (conocidos como fondos buitres).

Cuando el presidente de la República, Nayib Bukele, anunció que su Gobierno lanzaría una compra anticipada de los bonos de 2023 y 2025, el EMBI se encontraba en 22.65 puntos y cerró en 18.39 puntos el 30 de diciembre.

DEM
DEM

Perspectiva.

En 2022, el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, reclamó en varias ocasiones de que el EMBI era especulativo a merced de la oposición, y no reflejaba la realidad económica de El Salvador y de que el Gobierno sí tenía capacidad de pago.

Con el pago de los bonos, Zelaya dijo que es “un mensaje de confianza” y el EMBI “debería bajar”. “Se nos ha tratado de tergiversar ante la comunidad internacional y ante los mercados, y esto ha tenido su efecto”, señaló el funcionario al recordar que el riesgo de El Salvador llegó a niveles máximos que el de Ucrania.

“El presidente (Volodímir) Zelenski estaba con un fusil en las afueras de Kiev, luchando contra los rusos (...) Pero, de acuerdo con el EMBI, yo (en referencia al país) era más riesgoso que Ucrania”, insistió.

A pesar de la reducción en el riego, El Salvador es el tercer país con el indicador más alto de América Latina. Es superado por Venezuela, que tiene 419.15 puntos, y Argentina con 18.92.

De Centroamérica, el EMBI más bajo lo tiene Panamá con apenas 2.14 puntos, mientras que Guatemala tiene 2.17. Costa Rica está con 3.48 y Honduras de 5.55.