La industria automovilística se prepara para alcanzar cifras récord en 2024 en más de 22,000 nuevas unidades, después de tres años de agitadas compras por la pandemia de covid-19.

Desde 2020, los fabricantes disminuyeron los volúmenes de producción por una escasez de semiconductores en medio de una fuerte demanda que no fue frenada ni por la crisis económica ni la inflación galopante.

José Roberto Renderos, gerente regional de Nissan, señaló a Diario El Mundo que la industria cerró en 2023 con más de 22,000 unidades nuevas vendidas, a pesar de la escasez de cuotas por saturación en las fábricas y las demoras en las entregas debido al congestionamiento en la red logística.

Para 2024, “el panorama es más favorable porque hay liberación de inventario, esperamos que el año sea muy importante, un 15 % adicional de lo que fue 2023”, señaló.

Las ventas de vehículos se beneficiaron por las mejoras en las cadenas de suministro y más opciones para los compradores con la incorporación de nuevas unidades, donde los fabricantes buscan crecer con modelos eléctricos e híbridos.

Retrasos en pedidos.

El segmento de vehículos de lujo -que representa un 10 %- también se mantuvo en dígitos positivos, aunque Renderos reconoce que sigue “la saturación de autos en puertos”. El también director de Porsche El Salvador señaló que la marca se quedó sin entregar nueve vehículos, mientras que otros llegaron hasta con cuatro meses de retraso.

El fabricante alemán trae sus unidades vía Atlántico hacia el Canal de Panamá, que desde el año pasado se enfrenta a un congestionamiento por la reducción en el tránsito de contenedores debido a una sequía sin precedentes en medio siglo. También utiliza una ruta a través del Puerto de Santo Tomás de Castilla, en Guatemala, donde moviliza los vehículos en transportadores hacia El Salvador.

“Hoy ya no es que no hay componentes, hoy es una alta demanda. Realmente la economía en el mundo y la industria de los vehículos se disparó postpandemia. Todos estimaban que iba a ser un período de tal vez un año y resultó que en tres meses la industria era un boom”, señaló el ejecutivo, quien estima que hasta este 2024 se regresará a la “normalidad”.

Renderos explicó que la demanda se mueve más hacia los pick-up, mientras que los sedanes son un “segmento que está por desaparecer” en las ventas de nuevas unidades por la férrea competencia con el ingreso de vehículos usados.

“Es el segmento que más tenemos invadido de Estados Unidos con los carros chocados”, que con facilidad se consiguen en el mercado en $6,000 mientras que el nuevo supera los $12,000. “El pick-up está en apogeo, que es el que ha sufrido la falta de inventario y con alta demanda de producción”, añadió.

En ese sentido, los pick-up liderarán las ventas en 2024, un sector que representa un 14.10 % del parque vehicular de El Salvador con más de 244,300 unidades registradas ante el Viceministerio de Transporte (VMT).