La Administración de Nayib Bukele ha priorizado el fortalecimiento de la “economía en grande”, aunque continúan los riesgos fiscales por su alto nivel de deuda, señaló el Departamento de Estado de EEUU en las declaraciones sobre el clima de inversión de El Salvador.

El perfil de inversiones revisa las ventajas de El Salvador para convertirse en un destino de capitales extranjeros, así como la dinámica de la economía, el clima empresarial y las condiciones fiscales.

La última publicación señaló que el gobierno de Bukele ha priorizado la creación de empleo y el fortalecimiento de la economía después de mejorar las condiciones de seguridad ciudadana.

El reporte menciona que El Salvador busca atraer inversiones con eliminación de la burocracia, incentivos fiscales, automatización de los servicios gubernamentales y aceleración de la transformación digital del aparato público.

La ubicación geográfica, el uso predominante del dólar, la situación de “seguridad drásticamente mejorada”, el tratado comercial con EEUU y las “mejoras recientes en el entorno empresarial” convierten a El Salvador como un destino de inversión, añade el reporte.

La mejora de la seguridad es atribuida al régimen de excepción, que se implementa desde marzo de 2022 y ha encarcelado a más de 75,000 presuntos pandilleros. Esto no solo garantiza un “amplio apoyo” al gobierno, sino que aumenta la confianza de los consumidores.

En el rosario de ventajas de El Salvador, el Departamento de Estado incluyó la promulgación de la ley que exime el impuesto sobre la renta a todas las entradas de capital. Antes de esta reforma, los flujos de dinero que superaran los $150,000 estaban sujetos a una tasa de un 20 %.

Bukele ha planteado “varios grandes proyectos” de infraestructura que proporcionarían oportunidades para las empresas estadounidenses, incluyendo obras de conectividad, logística, aeroportuarios, energía y agua.

Situación fiscal, la mayor fragilidad

Después de que en 2022 el gobierno se enfrentara turbulencias financieras, las medidas implementadas por el Ministerio de Hacienda en el proceso de recompra y el cambio de perfil en los vencimientos de deuda de corto plazo parecen surtir efecto en el mercado: “Salvador ya no enfrenta amenaza de inminente default soberano”, añadió Washington.

Sin embargo, el Departamento de Estado recalcó que la “situación fiscal sigue siendo frágil y con cantidades significativas de deuda soberana que vencen en 2027”.

Debido a las bajas calificaciones crediticias, el restringido acceso al mercado de deuda internacional ha perpetuado las restricciones de liquidez y limitado el crecimiento económico sostenible.

Washington recordó que en agosto de 2023 el gobierno reanudó las conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), dos años después de que fracasaran las pláticas de 2021. Las discusiones están en curso, pero en la mesa de negociaciones se mantiene el tema de bitcoin y sus riesgos para la economía salvadoreña.

“A falta de un acuerdo con el FMI, es probable que el GOES tenga que continuar con medidas poco ortodoxas como un amplio endeudamiento del sistema de pensiones para financiar al gobierno y pagar la deuda”, añadió el Departamento de Estado.

Contrario a la petición del FMI, de eliminar el bitcoin como moneda de curso legal, el reporte señaló que la Asamblea Legislativa promulgó una ley de emisión de activos digitales que pretenden que el país sea “menos vulnerable a las finanzas ilícitas”.

En el reporte también se incluyen comentarios de empresas que señalan que el gobierno ha promulgado leyes y regulaciones sin avisos ni recibir comentarios.