María Menjívar tiene 62 años, pero aún no sabe escribir bien su nombre. Menjívar confunde las letras y escribe, lo poco que puede, muy lentamente. Menjívar no terminó ni primer grado, como miles de niños en la segunda mitad del siglo pasado.

Comenzó primer grado en una escuela lejos de su casa, en una zona pobre de Chalatenango, pero dejó de ir porque su profesor golpeaba a las niñas y las tocaba de manera inapropiada. En aquel entonces, recuerda la salvadoreña, las autoridades no hacía nada o poco en los casos de acoso sexual. Después ya no pudo continuar sus estudios por el inicio del conflicto armado en 1980.

A sus más de 50 años, Menjívar asistió en 2015 a las clases para adultos impulsadas por la administración del expresidente Salvador Sánchez Cerén y aprendió a firmar escribiendo su nombre completo, pero aún con errores ortográficos.

La administración de Sánchez Cerén declaró a El Salvador libre de analfabetismo, pero los datos oficiales disienten de este hecho: el 10 % de la población aún no sabe leer ni escribir.

La última Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM), elaborada por la disuelta Dirección General de Estadísticas y Censos, revela que en la zona rural se encuentran unas 310,045 salvadoreños que carecen de habilidades para leer y escribir, con una incidencia de 15 %.

Mientras que en la zona urbana la tasa es menor a 6.8 %, equivalente a 227,473 personas. En total, en 2021 había 537,518 salvadoreños que no tienen las habilidades suficientes para leer o escribir.

Los datos evidencian un incremento de 21,103 salvadoreños en esta condición frente a los resultados de 2020. En la zona rural aumentó en 5,778 las personas desde los 304,267 registrados en 2020, mientras que en la urbana se incorporaron más de 15,325, pues hace dos años había 212,148.

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Los adultos mayores, los más afectados.

El analfabetismo es más acentuado en los adultos mayores de 60 años, como Menjívar, quien tiene que pedirles a sus hijos que le lean documentos cotidianos, como las citas en la clínica o recibos de servicios básicos. Menjívar dice estar consciente que para aspirar a un mejor empleo hay que estudiar y por eso, desde un puesto de frutas y verduras, logró costear los estudios a sus cuatro hijos, quienes rompieron el ciclo del analfabetismo en la familia.

Según la encuesta, la tasa de analfabetismo en este segmento poblacional es de 29.4 % a nivel nacional, pero la diferencia es mucho más marcada en la zona urbana donde casi la mitad (el 46.3 %) de los adultos mayores de 60 años no saben leer ni escribir frente a un 20.5 % en la región urbana.

Solo el 1.8 % de los niños entre 10 y 14 años no saben leer ni escribir a nivel nacional, y 1.9 % de quienes tienen entre 15 y 24 años. Entre más mayores, también sube la tasa a 3.1 % para los salvadoreños entre 25 y 29 años y es 10 % para quienes tienen de 30 a 59 años.

Nuevamente las mujeres son las más afectadas, pues, según la encuesta, la tasa de analfabetismo en la población femenina es de 11.7 % y equivale a 339,309 salvadoreñas. Mientras que en los hombres baja a 8.1 %, unos 198,209 salvadoreños que viven en esta condición.

La región de oriente es la que tiene la tasa de analfabetismo más alta, donde despunta La Unión con una incidencia del 18.9 % y Morazán con 17.7 %. El porcentaje más bajo lo tiene San Salvador con un 5.4 %.


3 datos que debes de conocer


1.- Años de estudio
A nivel nacional, el promedio de escolaridad es de 7.1 grados. La diferencia es notoria en la zona rural a 5.5 grados, mientras que en la rural es de 8.1 grados.

2.- Adultos: menor escolaridad
El porcentaje de personas que no aprobaron ningún grado académico es de 32.3 % en la población de 60 años o más, y un 10.6 % para los que están entre 30 a 59 años.

3.- No asisten a la escuela
El 39.8 % de los niños entre 4 y 6 años; el 7.1 % de los que niños entre 7 y 15 años; el 35.7 % para los jóvenes de 16 a 18 años; y 95 % para los mayores a 19 años.