El 34 % de los directores ejecutivos (CEO) en Centroamérica creen que habrá una recesión económica en los próximos 12 meses, pero esperan que sea “ligera y breve”.

Los datos que arroja el estudio anual “KPMG 2020 Global CEO Outlook” revelan que los directores de empresas se sienten más preparados para enfrentar un escenario de turbulencias económicas que en 2021. Después de la pandemia del covid-19, la economía mundial no ha tenido tregua y las compañías aún deben lidiar con los problemas logísticos, los altos precios y la caída de la demanda.

El panorama económico mundial es sombrío para el próximo año y, en palabras del Fondo Monetario Internacional (FMI), el 2023 se sentirá como un año de recesión. Las empresas centroamericanas están conscientes de este riesgo, pues un 71 % advierte que, si hay una contracción, el crecimiento del negocio se verá afectado drásticamente para los próximos tres años.

De haber una recesión, las empresas regionales creen que afectará el 96 % de sus ganancias previstas para los siguientes 12 meses.

Pese a riesgos, hay optimismo.

Si bien deslumbran un entorno complicado para el próximo año, los directores ejecutivos de las empresas se muestran optimistas y tienen confianza en que podrán aprovechar “las oportunidades que surjan”.

Ocho de cada 10 CEO en la región esperan que el negocio de la empresa que dirige crezca en los próximos tres años. Aun así, menos de la mitad (el 29 %) tiene una estrategia definida para gestionar una desaceleración económica.

Para Rae Scanlan, socio director de KPMG El Salvador, los desafíos obligarán a las organizaciones a reinventarse. En este contexto, “las fusiones y adquisiciones son un mecanismo útil para incrementar la eficiencia y el crecimiento de manera acelerada, como una vía para alcanzar los objetivos planteados”, dijo.

La mitad de las empresas consultadas por la firma señala que para mitigar los posibles impactos en sus operaciones se han congelado las nuevas contrataciones y un 47 % considera reducir la planilla en seis meses.

El dato

El 29 % de las empresas en Centroamérica ha reducido el número de colaboradores, un 47 % planea hacerlo en los próximos seis meses y 20 % no espera ningún cambio.