En los últimos cuatro años, en El Salvador surgieron diferentes iniciativas bajo el ecosistema fintech, una industria joven que evoluciona diferentes segmentos de la economía.

El término de fintech se remonta a 1990, pero es hasta la última década que toma un impulso en América Latina con plataformas digitales que permiten realizar operaciones financieras como pagos, envíos de remesas, solicitar préstamos o hasta gestionar finanzas empresariales o personales.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) comenzó a medir el ecosistema fintech en la región desde 2017 con la publicación de su informe Finnovista, cuya última edición revela que en El Salvador estas plataformas han aumentado hasta 360 % en los últimos cuatro años.

La tercera edición de Finnovista, publicada en abril pasado, destaca que en la economía salvadoreña hay 14 plataformas ancladas a este modelo, once adicionales si se compara con las cuatro que reportó este mismo informe publicado en 2018.

En los últimos años, el país vio nacer plataformas como Bisnesito, GlobalPay Solutions, Payway (Expertia, S.A. de C.V.), Pulpo Credit y Pulpo Life (seguros).

Pese al crecimiento, El Salvador se queda a la cola de Centroamérica en el desarrollo de este modelo de tecnología y solo es superado por Nicaragua que reporta tres fintech.

El BID señala que Costa Rica lidera la región pues en los últimos cuatro años logró incorporar a su economía 35 plataformas fintech y suma a la fecha 44. Luego está Guatemala con 31, Honduras con 25, y Panamá con 16.

Pandemia empujó a las fintech.

El ecosistema de fintech en América Latina y el Caribe creció un 112 % entre 2018 y 2021 con 2,482 plataformas operando en este modelo el año pasado. Esto representa una cuarta parte a nivel mundial con una representación del 22.6 %.

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El BID señala que el crecimiento fue impulsado por una creciente demanda de servicios financieros que no están siendo cubiertos por el sector tradicional, así como el efecto de la pandemia del covid-19 que empujó a la digitalización de muchas actividades cotidianas de las personas.

De la región, seis países abarcan el 14 % del total de empresas fintech donde están Perú, Ecuador, República Dominicana, Costa Rica, Uruguay y Guatemala. El Salvador representa el 1 % de este ecosistema.

Aunque las plataformas para enviar pagos y remesas siguen teniendo peso, con 15 % del mercado regional, el BID señala que hay impulso de las fintech especializadas en otorgar préstamos digitales (19 %) y crowdfunding (financiamiento colectivo con 5.5 %).

“Creemos que las fintech ofrecen un gran potencial para expandir el crédito para sectores como las micro, pequeñas y medianas empresas y segmentos de poblaciones comúnmente excluidas, como las mujeres”, cita un comunicado a Juan Antonio Ketterer, jefe de la División de Conectividad, Mercados y Finanzas en el BID.

El informe del BID señala que México fue el primer país en plantear una jurisdicción sobre las negociaciones de criptoactivos en las plataformas, mientras que El Salvador adoptó el bitcoin como moneda de curso legal.

El dato

Para potenciar el desarrollo de estas tecnologías, el BID apoyó con la incorporación de la oficina de innovación financiera junto al Banco Central de Reserva (BCR) y la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF).