El reporte señala que una demanda sostenida de viajes de esparcimiento moldea las tendencias para este 2023, después de tres años desafiantes por la recuperación del sector desde el gran paro de 2020 durante los meses de confinamiento y restricciones de movilidad por el covid-19.
Según este análisis, los viajes de experiencias incluso han desplazado a los de negocios, que antes eran prioritarios, y las personas ahora hacen turismo para conocer nuevas experiencias y de ocio.
En Centroamérica, la industria turística sigue en fase de recuperación del bache por el covid-19, pero los viajes por placer crecen a mejores cifras que antes de la pandemia. En el istmo sobresale El Salvador que, según Mastercard, registra un crecimiento del 213 % en el gasto de turismo de experiencia y 129 % en lo desembolsado para la compra de cosas.
También creció un 114 % en Costa Rica el gasto de experiencias, 117 % en Guatemala, 116 % en México, 105 % en Jamaica y 74.9 % en Panamá.
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Mastercard señala en su reporte que los viajeros en América Latina se ven favorecidos por el aumento de conectividad aérea entre la región, así como de los precios competitivos.Estados Unidos es el destino favorito, pero crecen en popularidad las ciudades de España y Alemania. También se espera que México y el Caribe ganen más turistas estadounidenses y canadienses.
“A pesar de los diversos panoramas económicos, los consumidores resilientes siguen priorizando los viajes”, señaló Bricklin Dwyer, economista jefe de Mastercard.
La multinacional reconoce que los turistas se nutren de información a través de las redes sociales y el entretenimiento. Señaló además que los viajeros buscan vivir la experiencia completa, desde el momento en el que reservan un pasaje de avión hasta que pisan nuevos suelos.