En la actualización de su informe anual de IED en América Latina y el Caribe, con datos a 2021, la agencia de Naciones Unidas señaló que en toda la región hubo una reactivación de los capitales extranjeros, pero no fue suficiente para volver a las cifras precedentes de 2019.
El Salvador no fue la excepción. El informe puntualizó que la inversión extranjera aumentó un 11.7 % al cierre del 2021 y llegó a $313 millones, apalancada sobre todo por entradas para el sector de servicios (financieros y de seguros), así como de comercio.
La IED de El Salvador cerró en $281 millones en 2020, el año del gran confinamiento, y significó una caída del 55.8 % desde los $636 millones registrados en 2019. De esa manera, los resultados del 2021 siguen un 50.7 % por debajo.
Después del 2020, el saldo de la inversión extranjera directa de 2021 es el segundo más bajo desde 2014, pues ese año se registraron $306 millones.
Origen.
La Cepal documentó que Panamá fue el principal origen de las inversiones en la economía salvadoreña, seguido por los Estados Unidos. De ambos países hubo un aumento frente al 2021, mientras que España se colocó como el tercer remitente, pero con una caída en el monto.Los anuncios de inversión fueron dinámicos a lo largo del 2021 con una cifra cercana a los $300 millones, un aumento del 74 % en relación al año anterior. El sector con mayor participación fue las telecomunicaciones, liderados por Tigo que un paquete de $100 millones para brindar conectividad en las zonas rurales de El Salvador, señaló la agencia.
Como ya se había anticipado, El Salvador registró el menor monto de inversión extranjera directa de Centroamérica. La región fue liderada por Costa Rica que canalizó $3,563 millones, seguido de Guatemala con $3,472 millones.
Panamá captó $1,350 millones, Nicaragua $1,220 millones y Honduras $876 millones.