El Gobierno salvadoreño tuvo que desembolsar $1,491.51 millones para el pago de intereses de deuda al cierre de 2022, una cifra que pone en evidencia el peso de estos compromisos para las finanzas públicas.

Como en cualquier crédito, el Gobierno paga de manera periódica los intereses por la deuda contraída. Cumplir estas obligaciones requirió que el Ministerio de Hacienda destinará el 18 % de los ingresos totales que recibió el fisco, confirman datos del Banco Central de Reserva (BCR).

El monto pagado por los intereses aumentó $187.75 millones, un 14.4 %, respecto a los $1,303.66 millones honrados en todo 2021. Es además la cifra más alta registrada por el BCR en su base de datos, que parte de 1990.

La carga de los intereses es una de las principales advertencias de economistas y calificadoras de riesgo, que señalan que cumplir ante los acreedores requiere de un sacrificio fiscal porque el Gobierno debe priorizar este compromiso ante otros gastos, como salud o educación.

Como ejemplo, el Ejecutivo pagó el año pasado más en intereses que lo destinado a inversión pública, que en 2022 cerró en $861.48 millones, un renglón que incluso sufrió una contracción de $124.35 millones (12.6 %).

En la última revisión a la calificación soberana por parte de Fitch Ratings, la agencia matizó una reducción en el ratio de la deuda pública como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) de un 82.4 % en 2021 a un 78 % en 2022. Eso se explica porque la economía salvadoreña fue más grande el año pasado y así, aunque las emisiones también crecieron, representan menos frente a la producción nacional.

Fitch advierte que los altos costos de endeudamiento y una perspectiva de menor crecimiento para 2023 elevarán los riesgos de sostenibilidad de la deuda.

La agencia Moody’s Investors Rating fue más allá y advirtió que la carga de los intereses se mantendrá por encima del 18 % de los ingresos del Estado salvadoreño hasta 2025. Para la calificadora, la falta de un marco fiscal de mediano plazo socava la predictibilidad de las políticas y genera incertidumbre en el mercado.

La amortización de deuda llegó a $761.33 millones en 2022, un saldo que se vio en aumento (de 144 %) por el pago adelantado de una parte de los bonos de 2023 y 2025.

Tasas vigentes.

El saldo de los compromisos del Sector Público no Financiero (SPNF) cerró en $24,235.4 millones en 2022, una cifra que representa el 76.2 % del PIB. Además, significó un aumento de $971.6 millones, según el último perfil de la deuda publicado en Transparencia Fiscal.

En este reporte, Hacienda registra que El Salvador paga entre 6 % y 8 % en intereses por el 38 % de la deuda vigente, equivalente a más de $9,200 millones del saldo total registrado.

Por el 26 % de la deuda se paga entre 3 % y 6 % de interés, mientras que por el 8 % se tienen tasas de 8 % y 9 %. Por el 17 %, hay cupones del 3 %, un renglón donde entran sobre todo los créditos con multilaterales.

Un 11 % de los compromisos se contrató con una tasa mayor al 9 %, en este paquete entra una emisión de $1,000 millones que sacó el Gobierno en julio de 2020, en medio de la crisis del covid-19, a un cupón de 9.5 %.

3 datos que debes de conocer


1.- Peso
El Gobierno tuvo que destinar el 18 % de sus ingresos en 2022 solo para el pago de intereses. Este compromiso fue 46 % superior a la inversión pública.

2.- Compromiso
Para 2023, el Gobierno calcula que destinará el 24.5 % de los recursos del presupuesto general para cumplir con el pago de intereses y capital de deuda.

3.-Deuda
El saldo de la deuda superó los $24,235 millones en 2022 y representó el 76.2 % del PIB. Los compromisos de corto plazo llegaron a $2,656 millones.