A pesar de que la inflación disminuyó en junio, el precio de la canasta básica alimentaria (CBA) alcanzó una nueva marca y superó, por primera vez, los $250 en la zona urbana, confirmó la Oficina Nacional de Estadísticas y Censos (Onec).

La institución reporta que la CBA urbana aumentó $2.8 en junio en comparación con el valor registrado en mayo, que la llevó a colocarse en $250.76.

En la zona rural también aumentó, pero fue mucho más moderado, de solo cuatro centavos. Según la Onec, la canasta básica llegó a $188.89 en junio.

De esa manera, el costo de la canasta alimentaria en la zona urbana es $15.2 (un 6.49 %) más caro que los $235.4 que promedió en el mismo mes de 2022. En la región rural, el aumento también es de $15.15 (un 8.7 %) frente a los $173.7 de hace un año.

En la zona urbana hubo aumentos en la ración del pan francés, las frutas, los frijoles, las verduras y el azúcar. En tanto, según la Onec, en la región rural hubo alzas en el costo del arroz, las carnes, las grasas, las frutas, los frijoles y el azúcar.

Precio de los frijoles se disparan.

El Índice General de Precios al Consumidor (IPC) registra que en junio los frijoles crudos fueron el producto que más subió de valor, así como el güisquil.

De esa manera, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) reporta que el quintal de seda nacional se colocó a $112.5 a finales del mes, al menos $9.2 más caro que los $103.3 (8.9 %) que costó la primera semana.

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El IPC mide el precio de una canasta de bienes y servicios más demandados por la población. En ese sentido, los viajes por aire, comprar una camioneta nueva y el alquiler de vivienda también fueron de los servicios más costosos de pagar por los salvadoreños en junio.

Baja de inflación no compensa.

Después del inicio de la pandemia de covid-19, el precio de los alimentos comenzó a subir hasta alcanzar sus máximos en 2021. La invasión rusa en Ucrania volvió a desestabilizar el mercado, sobre todo los incrementos en el petróleo y sus derivados –como los insumos agrícolas–.

El BCR documenta que la inflación general acumula 10 meses de constantes bajas, desde septiembre de 2022. En junio pasado se colocó en 3.78 %, su tasa más baja en los últimos dos años.

La inflación de los alimentos y bebidas alcohólicas, en tanto, se colocó en 6.93 % en junio y fue su tasa más baja desde octubre de 2021. El BCR reporta que en todo el año ha tenido una fuerte desaceleración desde el 12 % que registró a inicios de 2023. Sin embargo, sigue duplicando al promedio general.

Douglas Rodríguez, presidente del Banco Central de Reserva (BCR), explicó ayer en una entrevista de Frente a Frente que la reducción de la inflación en los alimentos es más “mucho más lenta” porque son productos de primera necesidad.

“La demanda hace que el precio suba, sin embargo, de como estábamos a como estamos ahorita, estamos una gran ventaja”, señaló el funcionario, quien reiteró que la proyección es llevar la inflación a una cota de 2 % este 2023.

El dato

El IPC en junio fue de 129.18 puntos, con un aumento mensual de 0.24 %. La mayor variación se registró en alimentos y bebidas no alcohólicas, restaurantes y hoteles, y muebles.