El salario hora de los empleados formales en El Salvador es 4.4 veces superior a los informales, según un estudio elaborado en conjunto por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).



El documento revisa las perspectivas económicas de América Latina en materia fiscal, crecimiento económico y productividad laboral, así como indicadores vinculados a la pobreza y los ingresos.

Según el estudio, el trabajo informal es uno de los principales impulsores de la desigualdad salarial en Latinoamérica, donde en la década de 2020 los empleados formales ganaron un salario por hora dos veces mayor que la remuneración que reciben los trabajadores informales.



Esta proporción es mayor en El Salvador en 4.4 veces, Honduras en 2.5 y Perú en 2.4 %, mientras que es “considerablemente menor” en Barbados en 1.7, Chile en 1.3, Brasil en 1.6 y Colombia en 1.6 veces.

Un factor común en los empleados informales es el bajo ingreso, que afecta negativamente las condiciones de vida y está asociada con la pobreza. En el caso de El Salvador, ronda el 25 % los hogares informales considerados en la línea de pobreza mientras que la tasa es inferior al 10 % para los empleados formales.

Honduras tiene la tasa de empleados informales más alta de América Latina, en 62.4 %, apunta el informe, que además plantea que “más allá de su impacto directo sobre los trabajadores, el trabajo informal tiene profundas consecuencias negativas sobre los miembros del hogar”.


Revisión documental

Debido al alto peso de la informalidad en el mercado laboral de El Salvador hay varios estudios sobre las condiciones de este segmento poblacional, considerado vulnerable porque no tiene ingresos fijos ni cotización en la cobertura de salud y pensión.

Un estudio publicado en octubre de 2024 por la Cepal señaló que la economía salvadoreña tiene una de las mayores tasas de informalidad en América Latina, en cerca del 70 %. Este segmento genera cerca del 21.4 % del producto interno bruto (PIB) mientras que los empleados formales representan el 30.7 % del PIB, según un cuadro de oferta y utilización (COU) del Banco Central de Reserva (BCR).

De igual manera, un mapa socioeconómico de los 44 municipios, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), reveló que Morazán Norte y San Miguel Norte tienen las tasas más altas, donde hasta 94 % de los trabajadores están en informalidad.

A pesar de la alta vulnerabilidad en el sector informal, el documento de la OCDE y al Cepal plantea que El Salvador es uno de los países latinoamericanos donde hubo una mayor disminución de la desigualdad de ingresos medida a través del coeficiente de Gini en las últimas dos décadas, que pasó, al pasar de 0.51 en 2000 a 0.40 en 2022.