El Salvador reprobó, por sexto año consecutivo, la lucha contra la corrupción en la evaluación anual de la Corporación del Reto del Milenio (MCC, por sus siglas en inglés), un indicador clave si el país quisiera aplicar a más fondos de la agencia estadounidense.

La MCC, adscripta al Congreso de Estados Unidos, ha otorgado a El Salvador dos grandes donaciones, conocidas como Fomilenio, en las que destinó $460.9 millones para el primero y $277 millones para el segundo.

Más de $730 millones que se destinaron a mejorar la infraestructura vial, las condiciones de centros escolares y facilitar el clima de negocios. Incluso algunos proyectos del último compacto aún están pendientes de ejecución, a pesar de que finalizó en 2020.

Cada año, la agencia realiza una evaluación a los países beneficiados con donación o que desean obtener el apoyo. El estudio incluye 20 indicadores que se elaboran a partir de insumos otorgados por organismos como el Banco Mundial, Freedom House o la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Dentro de los 20 indicadores, el de la lucha contra la corrupción y los derechos democráticos son de estricto cumplimiento para la elegibilidad de la asistencia financiera. En el caso del primero, el país tiene seis años de reprobarlo, desde 2018. Para la evaluación del 2023 alcanzó una calificación del 42 %, superior al 35 % del examen para este 2022.

MCC explica que este indicador evalúa si el poder público beneficia a privados con pagos adicionales para hacer un proyecto, los efectos de la corrupción en el entorno empresarial y la política, así como la tendencia de las élites a involucrarse en el control del Estado.

Este mes se inauguró una de las últimas obras pendientes de Fomilenio II, correspondiente a la modernización de El Amatillo. / DEM
Este mes se inauguró una de las últimas obras pendientes de Fomilenio II, correspondiente a la modernización de El Amatillo. / DEM

¿Qué más evalúa?

Los 20 indicadores se agrupan en tres dimensiones: libertad económica, gobernar con justicia e invertir en las personas. El país aprobó 12 en total.

De la primera dimensión, El Salvador aprobó cinco de ocho. El cumplimiento estuvo por debajo de la media para el indicador de política fiscal, así como para derechos y acceso a la tierra, y el acceso al crédito.

Logró pasar en verde los indicadores de inflación, calidad regulatoria (trámites empresariales), política de comercio, género en la economía y oportunidades de empleo.

La dimensión de gobernar con justicia tiene seis indicadores, de los cuales reprobó el control de la corrupción y el imperio de la ley. En tanto, logró pasar los derechos políticos, libertades civiles, efectividad del gobierno y libertad de información.

Para la dimensión invertir en personas se incluyen seis indicadores, de los cuales pasó tres y dejó tres.

El cumplimiento estuvo por debajo de la media para protección de los recursos naturales, tasa de vacunación y tasa de matrícula de niñas en estudios secundarios. Mientras que pasó en verde la evaluación de salud de los niños, gasto en salud y gasto en educación primaria.

3 dimensiones evaluadas por MCC


1.- Libertad económica
Mide hasta qué punto un gobierno fomenta la libertad económica y políticas para participar del comercio mundial. Revisa trámites, empleo y créditos.

2.- Invertir en personas
Se enfoca en las inversiones para educación, la capacidad de brindar una salud pública de calidad, mortalidad infantil y gestión de los recursos naturales.

3.- Gobernando con justicia
Examina la gobernabilidad justa y democrática, el Estado de derecho, la transparencia y rendición de cuentas.