La implementación de la factura electrónica avanza en El Salvador, luego que a finales del 2021 se ejecutara una prueba piloto con un grupo de empresas.

Magdalena Tobar, gerente senior de Impuestos de la firma EY, explicó que la factura electrónica se encuentra en una etapa de “masificación voluntaria, a tan solo un paso de lo que se espera sea la obligatoriedad”.



Este proyecto, retrasado por la pandemia del covid-19, supondría un salto de una factura en papel a un comprobante digital que se enviaría de manera inmediata al correo electrónico del contribuyente.

A la fecha, los documentos implementados en este proceso incluyen el comprobante de crédito fiscal, factura de consumidor final, factura de exportación, nota de crédito, nota de débito fiscal, comprobante de retención y liquidación, notas de remisión y documento contable de liquidación.

Retos.

La ejecutiva destacó que las empresas deben prepararse para adaptar el sistema de generación de los Documentos Tributarios Electrónicos (DTE), que requerirá un desarrollo interno y autogestión.

Tobar explicó que uno de los principales desafíos ante este “cambio inevitable” es que las empresas deben contar con tecnología adecuada, así como revisar la capacidad de los servidores y enfocarse en ciberseguridad.

El sistema incluye la obtención del certificado de firma electrónica que proporciona el Ministerio de Hacienda, como la llave pública, mientras que la empresa hará la transmisión con los certificados de seguridad.