Los pasajeros procedentes de 56 países africanos y la India que transiten por el Aeropuerto Internacional de El Salvador tienen que pagar $1,000, más impuestos, en concepto de “tarifa de mejoras aeroportuarias”.

La disposición fue aprobada el 19 de octubre de 2023 por la Junta Directiva de Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA) y entró en vigencia este 23 de octubre para 57 países. En total, cada pasajero procedente de estas naciones pagará $1,130 por el 13 % del Impuesto al Valor Agregado (IVA).

Las autoridades salvadoreñas omiten mencionar que la medida pretende frenar el tránsito de ciudadanos africanos e indios, que en los últimos meses aumentó por el aeropuerto en vuelos con escala hacia Managua, Nicaragua, donde continúan su éxodo migratorio hacia Estados Unidos.

Las aerolíneas están obligadas a notificar diariamente a las autoridades salvadoreñas el listado de pasajeros en conexión, ya sea en tránsito o transbordo.

Avianca, la principal compañía con operaciones en el mercado local, señaló que la tarifa es un requisito obligatorio antes de abordar un vuelo con destino al aeropuerto San Óscar Arnulfo Romero.

Los tiquetes vendidos antes de esta disposición tendrán que hacer el pago o pedir el reembolso.

En la comunicación oficial enviada a las aerolíneas, CEPA señaló que la Dirección General de Migración y Extranjería enviará las “nuevas disposiciones de visado” para las nacionalidades incluidas en la tarifa.

La medida se aplica un mes después de que el Gobierno salvadoreño estableciera relaciones diplomáticas con seis países africanos, entre ellos Angola, Burundí, Ghana, Guinea Ecuatorial, Ruanda y Sierra Leona.

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Nicaragua, la puerta para la migración.

En los últimos meses fue notorio el incremento de pasajeros procedentes de África y la India que transitaban por el aeropuerto salvadoreño. Muchos ciudadanos de estos países pasan días entre vuelos, sin acceso a una alimentación saludable ni medios dignos para limpiarse.

Buena parte de estos pasajeros salen de sus hogares en África rumbo a Madrid, España, donde toman un vuelo directo hacia El Salvador o con escala en Bogotá, Colombia, para luego seguir hacia el aeropuerto salvadoreño y llegar finalmente a Nicaragua.

A la llegada de estos vuelos, incluso hay personal de CEPA o de Migración acompañando a los pasajeros para dirigirlos de una vez a la sala de embarque con destino a Managua.

Nicaragua no solicita visa a los ciudadanos de África, India, Haití y Cuba, por lo que es un punto de cruce para los migrantes que buscan ingresar de manera irregular a Estados Unidos.

Manuel Orozco, director del Diálogo Interamericano, denunció esta semana que el régimen de Daniel Ortega hace “negocios” con la crisis migratoria de haitianos, pues el 10 % de los migrantes procedentes de este país pasa por Managua a cambio de un tarifa de $200 por pasajero que utiliza el Aeropuerto Internacional de Managua.

Orozco señaló que este año más de 200,000 personas han utilizado el aeropuerto en Managua como puente para migrar hacia Estados Unidos.