Los subsidios para energía y gas licuado de petróleo (GLP) costaron al país más de $3,838.3 millones entre 2000 y 2022, reveló un análisis elaborado por el Banco Mundial (BM).

El documento, titulado subsidios indirectos en el consumo de energía eléctrica y gas licuado de petróleo en El Salvador, fue elaborado en junio de 2023 pero divulgado en diciembre pasado. El análisis plantea que durante 23 años las arcas del Estado otorgaron $1,913.6 millones para subsidiar el consumo del gas licuado, mientras que para electricidad se destinaron $1,924.7 millones.



Los datos presentados por el Banco Mundial, que parten de información obtenida del Ministerio de Hacienda y una proyección del subsidio eléctrico en 2022, señalan que el monto destinado equivale a un 15.5 % del total de la deuda pública que el país reportó en 2021.

El análisis de los investigadores señala que el monto de las erogaciones variaron en el transcurso de los años. Plantea que de 2005 a 2012 el costo del subsidio eléctrico pasó de $32.2 millones a unos $200 millones, una diferencia impulsada por el alza en el costo del petróleo a nivel internacional. Posteriormente, para 2020, la subvención bajó a $50 millones.

La multilateral plantea que también existen otros elementos que provocan que el precio de consumo de la energía baje, impulsando una reducción simultánea en el pago de subsidios, como el incremento de las lluvias que favorece la generación de energía hidroeléctrica, mucho más barata que la térmica.

El gobierno mantiene el subsidio focalizado del gas licuado de $8.04 para los hogares más vulnerables.

En 2021 se añadió una nueva subvención por medio de la aprobación de la ley transitoria para subsidiar los incrementos de este derivado y se fijó un valor máximo de venta al consumidor.

A mediados de 2023, la Asamblea Legislativa aprobó extender el subsidio del gas licuado hasta mayo de 2024 a través de la ley especial y transitoria para la estabilización de los precios del GLP.

Subsidio a la luz.

Un informe publicado en 2017 por la Comisión Ejecutiva del río Lempa (CEL) señaló que entre 1998 y 2016 esta entidad destinó $1,247.3 millones en el subsidio de la electricidad.

El Banco Mundial recordó que, para marzo de 2022, se añadió un complemento al subsidio, vigente desde 2018, a través de las disposiciones transitorias para la aplicación del reglamento de la ley general de electricidad con el se mantuvo la tarifa fija.

En octubre de 2023, la Asamblea Legislativa aprobó una fijación en el precio de la tarifa de electricidad por seis meses, vigente hasta el 14 de abril de 2024.

Según el BM, más de 900,000 hogares contaban con subsidio de energía eléctrica hasta julio de 2022, mientras que en el caso del gas los beneficiarios rondaron los 1.1 millones para enero de 2021.

Error de inclusión.

El análisis publicado por la entidad financiera señala que existe un error de inclusión en el otorgamiento del subsidio al GLP y a la electricidad.

“De hecho, se encuentra que aproximadamente el 74% de los beneficiarios de los subsidios no son pobres”, señala el BM.

Ambos apoyos económicos son considerados por el banco como medidas que se concentran en estabilizar los precios más que en reducir la pobreza.

Además, se plantea la necesidad de seguir apoyando a la familias, al mismo tiempo que “se procura el uso de recursos públicos” con un gasto menor.

Dentro de la propuesta del banco, los programas sociales son fundamentales, más aún cuando estos tienen “una baja presencia” entre la población salvadoreña. El documento plantea que la eliminación de los subsidios provocaría un alza en la pobreza; sin embargo, este efecto podría contrarrestarse con la ampliación de transferencias focalizadas.

El dato

El banco señala que los subsidios de la electricidad y el gas llegan a salvadoreños que no son pobres. La entidad plantea ampliar la cobertura y mejorar las transferencias a las zonas pobres.

3 los subsidios

1.- Energía

El análisis señala que el 20.5 % de los pobres no recibieron el subsidio eléctrico. La cifra se redujo en los últimos años, pero aún es alta.

2.- Gas licuado

En el caso del GLP, la porción de personas pobres que no reciben el subsidio pasó de 44.2 % en 2019 a 22.4 % para el 2021.

3.- Análisis

El BM señala que es posible otorgar una protección a los hogares, reducir la pobreza y mejorar el gasto público en torno a los subsidios.