El Salvador perdió 13.3 puntos porcentuales de su producto interno bruto (PIB) en las últimas tres décadas por “desastres climáticos”, aseguró Fernando López, ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN).

“Los efectos adversos del clima en nuestro país son evidentes: en las últimas tres décadas, los desastres climáticos han generado pérdidas equivalentes al 13.3 % de nuestro PIB, afectando principalmente al sector agropecuario, transporte y vivienda”, manifestó López durante su discurso en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2024 (COP29), celebrada en Azerbaiyán.

López señaló que al menos 1.9 millones de personas han sido afectadas y lamentó la “pérdida de cientos de vidas a consecuencia de estos eventos extremos”.

El Salvador enfrenta eventos hidrometeorológicos cada vez más frecuentes y extremos por su ubicación en el corredor seco centroamericano, como períodos de sequías acompañados de fuertes lluvias.

“Nuestra ubicación es privilegiada porque estamos en un punto estratégico del continente americano, sirviendo como puente natural entre el norte y el sur. Sin embargo, estamos en el epicentro de la crisis climática y, a pesar que El Salvador emite solo el 0.04 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, sufrimos desproporcionadamente sus consecuencias”, insistió el ministro López.

Solo la tormenta tropical Sara, que generó intensas lluvias durante tres días consecutivos, dejó pérdidas al sector de cereales de más de 1.8 millones de quintales de frijoles y maíz, valorados en $65.2 millones, así como 700 personas albergadas.

Aunque las cifras varían, varias investigaciones coinciden en que la economía salvadoreña pierde cada año por los eventos climáticos extremos. Un estudio de la Fundación para el Desarrollo de Centroamérica (Fudecen), publicado en julio pasado, reveló que las sequías, los sismos y las inundaciones por tormentas o huracanes costaron $5,442 millones entre 2000 y 2019, equivalente a 16 puntos del PIB.