La demanda en los servicios de centros de llamadas, conocidos popularmente como call center, generó la creación de entre 80,000 y 90,000 empleos en los últimos dos años, según la Cámara Americana de Comercio de El Salvador (Amcham).

La directora ejecutiva de la gremial, Carmen Aída Muñoz, aseguró que estos puestos de trabajo se han producido por contratos que se trasladaron desde Filipinas hasta El Salvador, como parte de la tendencia de “nearshoring”, o relocalización de inversiones, de las empresas estadounidense que buscan salir del mercado asiático por los problemas logísticos exacerbados en la pandemia.

“Con mucho éxito el sector de servicios, call center y bpo hemos crecido del 2020 al 2022, más de 80,000 puestos de trabajo se han generado”, recalcó la vocera de la Cámara.

Muñoz indicó que estos empleos son el resultado del trabajo articulado con 10 empresas e inversionistas.

Amcham destacó que el sector de centros de llamadas y ‘bpo’ (asistencia técnica en desarrollo) son de los que más potencial tiene para aprovechar la movilización de las empresas estadounidenses de Asia hacia el continente americano.

Más de 80,000 puestos de trabajo se han generado, contratos no de China, sino que de Asia, en Filipinas particularmente".

Carmen Aída Muñoz, directora ejecutiva AMCHAM El Salvador

Para crecer hacia futuro, una gran oportunidad que se da es aprovechar el nearshoring para tener un segundo proceso de industrialización".

Pedro Argumedo, Fusades El Salvador

Sectores beneficiados

El fenómeno del nearshoring cobró fuerza con la pandemia del covid-19, cuando las cadenas de suministros se fracturaron producto de las medidas de movilización en todo el mundo. La guerra entre Rusia y Ucrania, y una disputa comercial entre China y Estados Unidos, que data de varios años, provocaron que el traslado de las empresas estadounidenses hacia otros puntos del continente o hacia su mismo territorio se acelerara.

Los centros de llamadas no son los únicos que podrían beneficiarse del nearshoring. Según la Cámara, el sector de autopartes, el de papel, cartón y plásticos son otros rubros que podrían potenciarse con la inversión extranjera.

La apuesta es diferente para cada país, la directora ejecutiva de Amcham Honduras, Lizanka Guevara, señaló que los textiles, la manufactura intermedia, los servicios empresariales y las agroindustrias son atractivos para motivar la inversión extranjera.

El vocero de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), Pedro Argumedo, aseguró que los chips, medicamentos y fármacos son productos indispensables para EE. UU.

Estados Unidos es el principal socio comercial de El Salvador, solo en 2022 se exportaron $2,759 millones. Un 68.7 % corresponde a textiles y manufacturas, y un 11.6 % a máquinas y aparatos eléctricos.

A pesar de esta cercanía, la representante de Amcham destacó como “preocupante” que ningún país del Triángulo Norte (El Salvador, Guatemala y Honduras) forme parte de la Alianza para Prosperidad Económica en las Américas.

La apuesta, indicó, sería trabajar por incluir al país en esta alianza y más aún cuando ya se posee un tratado de libre comercio (TLC) con Estados Unidos.

El director ejecutivo de Think Huge, Greg Huger, aseguró que se trabaja porque las empresas miren hacia el Triángulo Norte, y apuesten sus inversiones para rubros como el de juguetes.

“Huge (se) está organizando para atraer al Triángulo Norte, compañías interesadas en mover partes de sus cadenas de valor a nuestra región, estamos trabajando con las industrias textil y confección, movilidad eléctrica, y la industria de juguetes”, añadió.

Retos de inversión

Los voceros de las gremiales señalan que es necesario aprovechar el interés de la inversión estadounidense, pues este caducará en algún momento.

Argumedo destacó que existen retos a vencer para aprovechar esta movilización de las empresas estadounidenses y la inversión vertida por las mismas, entre estos analizar las actividades productivas que tienen potencial de inversión, crear nuevas cadenas de valor, y un incremento en la inversión en la cadena logística.

Puertos ineficientes y una ausencia de unión aduanera son otros retos que aquejan a la región según Muñoz.