Las tasas de interés de la banca se han mantenido en relativa estabilidad, a pesar de los temores de que los ajustes en la política monetaria en Estados Unidos tuviesen efectos y encarecieran el costo del dinero para los salvadoreños. “Demuestra la competitividad del sistema financiero”, señaló el miércoles el economista Claudio de Rosa durante la presentación del segundo informe país de la Universidad Francisco Gavidia (UFG).

En su trayecto para reducir la inflación, la Reserva Federal (Fed, banco central) de Estados Unidos aplicó agresivos aumentos a los tipos de interés en 2022, lo que elevó las alertas de que esto se tradujera en un encarecimiento del costo del dinero y redujera, a su vez, el ingreso de remesas familiares.

La tasa de interés es el porcentaje adicional que se paga por el uso del dinero. Están las pasivas, que son las que un banco entrega a sus depositantes por sus ahorros, y las activas, que corresponden a la obligación de un usuario por un préstamo.

Citando datos del Banco Central de Reserva (BCR), De Rosa detalló que la tasa de interés de los depósitos a 360 días pasó de 4.45 % en junio de 2022 a 5.42 % en junio de 2023, un aumento de 97 puntos bases.

La tasa de interés para los créditos de hasta un año plazo también experimentó un alza de 114 puntos, pasó de 6.18 % a 7.62 % en el mismo período. “Bastante reducido el incremento”, señaló el economista, que aseguró que en la región la tónica ha sido diferente.

De esa manera, la diferencia entre las tasas activas y pasivas (spread) cerró en 2.20 puntos porcentajes en junio de 2023 y fue el porcentaje más bajo en América Latina.

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Mejores perspectivas.

Después de la crisis bancaria en EE. UU. en marzo pasado, con el cierre de tres bancos, la Fed relajó su política restrictiva y hubo varias pausas en los ajustes. En paralelo, la inflación en la primera economía del mundo comenzó a ceder, mientras que el mercado de trabajo se mantenía en terreno positivo.

En la última reunión, el 26 de julio, los directivos de la Fed aplicaron un décimo aumento y llevaron a las tasas a un rango de 5.25 % a 5.50 %, su máximo en 22 años.

“Estamos llegando a ese punto máximo de tasas de interés en EE. UU.”, señaló Alexander Pinilla, vicepresidente financiero de Bancoagrícola, quien vaticina que no habrá ajustes más agresivos en el corto plazo.

El banquero evaluó como positivo la reducción de la inflación en El Salvador, que a julio llegó a 3.34 % y fue la más baja en dos años, así como el ingreso de remesas familiares que en el primer semestre dejaron a la economía más de $4,019.7 millones, un 5.2 % de crecimiento interanual.

“Cuando nos paramos en El Salvador, seguir recibiendo esos flujos y no tener ese choque internacional de tasas al alza, pues claramente modera las expectativas de tasas. Por eso se han mantenido relativamente estables”, explicó el banquero.

Pinilla valoró que el sistema financiero se mantiene con suficiente liquidez y prevé que las tasas de interés sigan en un ciclo de estabilidad, e incluso que comiencen a bajar en la segunda mitad de 2024.

“No vemos más allá que flujos de dinero” por la llegada de más remesas, así como “personas y empresas invirtiendo y una economía que está teniendo dinámica”.