Según la tabla, la jaba de tomates pony o de pasta de diversos tamaños se puede adquirir a precios de referencia que van desde los $12 hasta los $19.
Basado en esta sugerencia, el saco de 150 unidades de cebolla blanca mantiene un precio de referencia de $17. El mismo tipo de producto, pero en presentación mediana y en el saco de 100 unidades, se adquiere por un dólar menos.
El saco de 170 a 190 unidades de chiles verdes sin tallo se comercializa en $26, y la bolsa de 50 unidades de güisquil verde grande nacional se vende a $10 y el mediano a $5.
El quintal de zanahorias grandes tiene un precio de referencia de $25, mientras que el ciento de aguacate crillo grande cuesta $20 y el mediano $10.
A la lista de productos se suma el ciento de limón pérsico grande y mediano con un precio de referencia de $5 y $4 respectivamente.
El gobierno anunció este martes el inicio de operaciones de la primera central de abasto, ubicada en la avenida Rosario Sur, en Soyapango. El mercado mayorista abrió sus puertas el miércoles desde la madrugada con un portafolio de alimentos que incluyen hortalizas, frutas, granos básicos, mariscos, lácteos y carnes.
El MAG informó que en la central se puede comprar la libra de queso duro blandito a $2.75, el queso fresco se vende a $1.75 y el quesillo nicaragüense a $2.25.
Por su parte, la libra de camarón jumbo ronda los $9, los de vivero y el seco se vende a $5.50 y $6 la libra.
Granos básicos
El quintal de frijoles quebrados ronda los $48 el quintal, mientras que el entero se encuentra en $85. Por su parte, el quintal de arroz blanco tiene un precio sugerido de $50 y el cartón de huevos cuesta $3.95.La libra de carne molida especial ronda los $2.50, y la super especial cuesta $3.
El gobierno aseguró que antes de que se estableciera la central de abasto existían prácticas “bastante oscuras” en los mercados mayoristas -La Tiendona y el mercado central de San Salvador- que los compradores aplicaban a los productores locales.
Según el presidente de la Defensoría del Consumidor, Ricardo Salazar, los productores manifestaban que llegaban a altas horas de la mañana y no sabían el precio al cual iban a vender su producto.
Salazar dijo que los comerciantes pretendían mantener en plaza pocos productos para mantenerlos a un alto precio, generando un “juego oculto”.
Según Salazar, la medida de las centrales de abasto pretende brindar a la población “opciones de bajo costo” con productos nacionales e importados.
El presidente de Campo, Luis Treminio, aseguró que la iniciativa del gobierno es positiva, pero que el problema en la agricultura es que no se promueve la cosecha nacional.
“Primero promover la producción nacional y después promover los centros de abasto y los agromercados. Solo así podemos garantizar estas políticas que hace el gobierno”, indicó Treminio.