La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) anunció ayer una nueva alza de 0.75 % de los tipos de interés, una decisión que sacudió los mercados mundiales y disparó el precio del dólar.

Los tipos de interés de referencia se sitúan ahora en una horquilla de entre 3.00 % y 3.25 %, anunció la institución. Esta es la tercera vez consecutiva que la Fed sube las tasas en esta escala, tras el aumento de un cuarto de punto en marzo y de medio punto en mayo.

Además, estima que serán necesarios nuevos aumentos este año. La Fed está “firmemente comprometida en lograr que la inflación vuelva a 2 % y seguirá así hasta que el trabajo esté hecho”, aseguró el presidente del banco, Jerome Powell.

El aumento de las tasas encarece automáticamente los préstamos a particulares y empresas. El objetivo es frenar la actividad económica y aliviar así la presión sobre los precios.

“Tenemos que reajustar la oferta y la demanda. Y nuestra forma de hacerlo es frenar la economía”, explicó Powell.

Sacudida en los mercados.

Primero, el dólar subió ayer a su nivel más alto frente al euro en casi 20.

El billete verde alcanzó los 0.9814 dólares por euro por primera vez desde finales de octubre de 2002, unos meses después de comenzada la circulación de la moneda única.

Luego, la Bolsa de Nueva York cerró a la baja arrastrada por los pronósticos de la Reserva Federal de una política monetaria aún más agresiva de lo esperado. Su índice estrella Dow Jones cayó 1.70 % a 30,183.78 puntos, mientras el tecnológico Nasdaq perdió 1.8 % a 11,220.19 y el ampliado S&P 500 bajó un 1.71% para cerrar a 3,789.93 puntos.

Los mercados estaban esperando otro gran aumento de la tasa de interés, pero los tomó con la guardia baja que la Fed proyectara incluso más aumentos de ser necesarios.

Un resultado amargo.

La reunión del comité de política monetaria (FOMC) aprovechó para actualizar sus previsiones económicas. Ahora prevé un crecimiento casi nulo del PIB en 2022, mientras que en junio esperaba un +1.7 %.

Después prevé un repunte hasta el 1.2 % en 2023, aunque no tan fuerte como el 1.7% que esperaba en junio para el próximo año.

Las previsiones de inflación se mantienen cerca de lo que se esperaba en junio: 5.4% en 2022 antes de ralentizarse fuertemente en 2023 hasta el 2.8%.

Pero esta ralentización voluntaria de la economía es muy delicada, ya que una desaceleración excesiva podría hacer caer a Estados Unidos en la recesión que ya se cierne sobre toda la economía mundial.

El mercado laboral de Estados Unidos goza de buena salud, pero Powell dijo que devolver la inflación a niveles más aceptables tendrá un impacto en el desempleo y en la economía en general.

“Si queremos volver a un periodo de mercado laboral muy fuerte tenemos que dejar atrás la inflación. Ojalá hubiera una forma indolora de hacerlo, pero no la hay”, dijo Powell.

“La narrativa de tasas más altas por más tiempo ya irrumpió”, dijo Art Hogan, analista de B. Riley Wealth Management.