El Gobierno ofrecerá comprar de manera anticipada sus bonos 2023 y 2025 para aliviar las presiones de riesgo de impago por vencimiento de deuda en los próximos tres años.

Se hará una “oferta de compra transparente, pública y voluntaria a todos los tenedores de bonos de deuda soberana desde 2023 a 2025, al precio de mercado al momento de cada transacción”, señaló el presidente de la República, Nayib Bukele.

La operación comenzará en seis semanas, el tiempo que tarda la preparación de los trámites, aseguró el mandatario en una publicación de Twitter.

El Salvador debe más de $7,000 millones en bonos emitidos en el mercado internacional, de los cuales la emisión más próxima vence el 24 de enero de 2023 por $800 millones y la siguiente el 30 de enero de 2025 también por $800 millones.

De esa manera, el Gobierno busca reestructurar la deuda de $1,600 millones que vence en los próximos tres años. “Configuramos el primer paso para el inicio de nuestra estrategia de manejo de pasivos”, señaló el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya.

El funcionario señaló que la operación es “inédita” porque pocos emisores de deuda han recurrido a este mecanismo, pero aseguró que se “respeta tanto las cláusulas de nuestros bonos como todas las reglas de los mercados bursátiles”.

Una medida y alertas de impago.

Un gobierno puede conseguir financiamiento adicional a través de emisión de deuda interna o en el mercado internacional, y con préstamos de multilaterales.

Luego que no se concretara un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), a mediados de 2021, el mercado comenzó a cerrarse para El Salvador mientras que el precio de los bonos se deterioraba.

En los últimos meses, el riesgo país, medido por el Indicador de Bonos Emergentes (EMBI), llegó a niveles históricos de hasta 30 puntos, junto con las calificadoras de riesgo que alertaban de un posible impago para 2023 y problemas de liquidez para el segundo semestre del 2022.



Durante estos meses, se especuló que una de las alternativas para pagar era que El Salvador accediera al derecho especial de giro (DEG) con el FMI e incluso el Ministerio de Hacienda señaló a inicios del año que podría emitir bonos en bitcoin para conseguir el financiamiento.

Para Zelaya, la compra de la deuda “ofrece una clara señal de la solidez y de la liquidez de las finanzas públicas”.

¿Cómo se financiará?

Para financiar parte de la operación, la Asamblea Legislativa aprobó anoche que el Banco Central de Reserva (BCR) le traslade al Ministerio de Hacienda el derecho especial de giro asignado por el Fondo a El Salvador en 2021 por 275 millones.

El (DEG) es una reserva internacional creada en 1969 por el FMI para apoyar a los países miembros cuando se enfrentan a problemas de liquidez y complementan las reservas oficiales. No se trata de un crédito y puede canjearse por monedas de libre uso.

Los países miembros del Fondo son libres de comprar y vender el DEG. Así, la Asamblea Legislativa autorizó a Hacienda para emita 275 millones a favor del BCR para hacerlo efectivo; sin embargo, no significan que el Gobierno recibirá esa cantidad, sino que el DEG tiene un valor de $1.32 por dólar estadounidense lo que equivaldrían a unos $363 millones.

La Asamblea también aprobó la suscripción de un préstamo de $200 millones con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) para reponer los fondos usados para los subsidios a los combustibles. Sin embargo, Ricardo Castaneda, economista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), señaló que podría usarse para la oferta de compra de bonos.