Ofertas de compra anticipada de deuda, operaciones de garantía o negociar bonos verdes y azules con multilaterales son algunas de las opciones que el Ministerio de Hacienda analiza para reestructurar los vencimientos próximos de deuda.

En 2022, El Salvador utilizó por primera vez la figura de compra anticipada de deuda para aliviar la carga de los vencimientos de dos emisiones, la de 2023 y 2025, que ambas representaban compromisos de $1,600 millones. De la primera, el Gobierno completó el pago este lunes y de la segunda solo quedan pendientes $347 millones.

“Tenemos cinco años de tranquilidad”, aseguró Alejandro Zelaya, ministro de Hacienda, en referencia a que, después de 2025, el próximo gran vencimiento está programado para el 18 de enero de 2027, por $800 millones.

El funcionario indicó que este vencimiento “ya vamos ir abordándolo año con año”. “Ya estamos planificando próximas operaciones”, insistió en la entrevista de Frente a Frente, al tiempo que aseguró que “vamos a seguir con la estrategia de recaudación”.

“Ya hay que ordenar toda la curva de pago, hay que suavizarla porque quedaron (vencimientos) con picos y eso genera estrés fiscal (...) No solo es falta de liquidez, sino un tema de planificación de los vencimientos, no tiene que ver con cuánta plata se tiene para pagar, sino las condiciones en las que se está pagando”, señaló.

Las estadísticas del Ministerio de Hacienda indican que el 42 % de la deuda del Sector Público no Financiero (SPFN) vencerá en la próxima década, incluyendo cuatro emisiones de Eurobonos y los compromisos de corto plazo.

Después del vencimiento de 2027, el Gobierno tiene que honrar $601.1 millones en febrero de 2029 y $500 millones en abril de 2032.

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¿Cómo se pagaron los bonos 2023?

Zelaya aseguró que el Estado salvadoreño se ahorró $288 millones con la compra anticipada de la emisión de 2023 en concepto de pago de intereses. Asimismo, indicó que los recursos para honrar el compromiso provinieron de “los incrementos” de la recaudación tributaria, recorte del gasto público y el “acompañamiento de los organismos multilaterales”.

Negó que los préstamos otorgados por los multilaterales, principalmente el CAF y el BCIE, se destinen para gasto si no que, se defendió, son para fortalecer las arcas del Estado. “Es para la caja fiscal en general, no podemos decir que es una fuente exclusiva de recursos”.

Ratio de deuda.

El saldo de la deuda del SPNF llegó a $24,102.7 millones a noviembre de 2022, equivalente al 75.8 % del Producto Interno Bruto (PIB) estimado para ese año.

Zelaya celebró que el ratio de la deuda se ha reducido en casi 10 puntos desde el pico registrado en 2020, cuando representó el 85.8 % del PIB, pero el saldo es $838.9 millones adicionales a noviembre de 2021 o $2,450 millones frente a los resultados de diciembre de 2020, cuando el saldo fue de $21,651.9.

Esta diferencia se explica, en parte, porque el PIB de 2020 fue mucho más pequeño debido a la contracción de la economía por la pandemia del covid-19, mientras que para este 2022 la economía crece sobre los dígitos prepandemia.