La industria automotriz cerró en números verdes el año pasado, a pesar de que los problemas logísticos y escasez de semiconductores demoraban la llegada de nuevos vehículos al mercado salvadoreño.

Las cifras preliminares de la industria a noviembre pasado apuntan a que las ventas de vehículos nuevos superaron las 16,000 unidades.

“El mercado ha venido en crecimiento constante en postpandemia”, aseguró José Roberto Renderos, gerente regional de Nissan, quien confirmó que en 2022 “se siguieron cumpliendo compromisos de ventas adquiridos desde inicios del 2021”.

Como el resto de sectores de la economía salvadoreña, el mercado de autos nuevos fue golpeado en 2020 por el cierre de fábricas y las restricciones sanitarias a causa de la pandemia. El 2021 fue de recuperación con la entrega de los vehículos no vendidos el año anterior y las esperanzas estaban puestas para el 2022.

La perspectiva del sector se vino abajo cuando se agravó la escasez de microchips después de la invasión rusa a Ucrania, pues el país europeo es uno de los principales proveedores mundiales de estos componentes clave para ensamblar carros. El conflicto llevó a que grandes fábricas de marcas populares tuvieran que suspender operaciones mientras conseguían nuevos proveedores.

Desde el inicio del conflicto, la industria salvadoreña advirtió demoras en las listas de entrega por las tensiones mundiales, aunque esperaba cerrar el año con saldos verdes.

Renderos, también director de la marca de vehículos de lujo Porsche El Salvador, reconoció que hay varias marcas que continúan trabajan bajo lista de espera, pero “hemos notado que ya se comienza a focalizar el problema en algunos modelos en particular, por ejemplo, en pick-up, en donde siguen los mayores tiempos de espera para entrega de las unidades”.

La crisis no frenó el crecimiento del parque vehicular con un repunte del 8.5 % al cierre del año pasado, al menos unas 124,906 unidades –entre carros y motocicletas nuevos y usados– entraron en circulación y superaron los 1.6 millones.

De esos, 1.11 millones corresponde a carros (el 69.4 %) y 490,155 son motocicletas (el 30.5 %).

DEM
DEM

Optimismo en 2023.

La economía mundial se enfrenta este 2023 a un escenario mucho menos optimista con potenciales riesgos a una recesión económica. Las crisis vividas desde 2020 se repiten para este año, agravadas por el endurecimiento de las políticas monetarias de las grandes economías para contener la inflación.

La industria automotriz salvadoreña se muestra optimista de que para el segundo semestre del 2023 la crisis comience a normalizarse, pero, advierte Renderos, “nada es seguro” mientras ocurran repuntes de contagios por covid-19 en Asia, principalmente.

“De momento consideramos que el 2023 puede ser muy similar al 2022 y, en caso creciera la industria, considero que oscilará entre un 1 % a 2%”, sostuvo Renderos.

“También el conflicto con Rusia y Ucrania pone en riesgo la proveeduría de partes electrónicas para algunas marcas”, agregó el ejecutivo. De igual forma, se espera que los costos de producción comiencen a moderarse después de registrar incrementos de entre 12 % y 13 % en 2022 frente al año anterior.