El Ministerio de Hacienda entregó anoche la modernización del puesto fronterizo de Anguiatú, ubicado en el municipio de Metapán, Santa Ana, un proyecto que inició con Fomilenio II.

Anguiatú es la tercera aduana más importante de El Salvador, después del puerto de Acajutla y la frontera de El Amatillo, aseguró Alejandro Zelaya, ministro de Hacienda. Al cierre de 2022, agregó el funcionario, se registraron operaciones por $3,600 millones en importaciones y exportaciones.

Asimismo, en esta frontera se recaudaron $200 millones en el año fiscal de 2022. “En esta época (Semana Santa), Anguiatú se convierte en el paso fronterizo más importante para las fiestas religiosas en nuestro vecino Guatemala, sobre todo para aquellos que viajan a Esquipulas”, añadió Zelaya.

Las obras de modernización requirieron una inversión de $15.6 millones, de los cuales $3.9 millones fueron aportados por Fomilenio II y más de $11 millones del fondo general. Zelaya aseguró que el Ministerio de Obras Públicas puso una “parte muy importante” en la construcción del recinto.

Inauguración del recinto por autoridades del Gobierno y de la Embajada de EE. UU. en El Salvador. / Cortesía
Inauguración del recinto por autoridades del Gobierno y de la Embajada de EE. UU. en El Salvador. / Cortesía

Nuevas instalaciones.

El ministro de Hacienda aseguró que en la frontera “básicamente no tenía ninguna instalación de calidad” para los trabajadores de la institución, que tiene bajo su administración la Dirección General de Aduanas (DGA).

La nueva infraestructura incluye sistemas de antenas de Identificación por Radio Frecuencia (RFID), cuya tecnología identifica los objetos mediante ondas de radio.

Además, se instalaron cámaras de identificación de placas. “Nuestro centro de monitoreo es muy bueno y es de última generación”, aseguró Zelaya.

En una ficha técnica publicada por Fomilenio II en 2019, cuando anunció una licitación para contratar una empresa que hiciera el diseño del recinto, se señala que la modernización de la frontera reduciría el tiempo de espera de un promedio de ocho horas a 30 minutos.

Se estimó en ese momento que cerca de 75,486 medios de carga, tanto nacionales como regionales, se benefician con la eficiencia de los trámites, con una proyección de llegar a 100,000 unidades en los próximos 10 años.