Después de un crecimiento récord en 2022, la cartera de préstamos se desaceleró el año pasado por una caída en la demanda de financiamiento de la industria manufacturera y construcción, confirma un reporte de la Asociación Bancaria Salvadoreña (Abansa).

La cartera de los préstamos brutos rebasó los $16,186.7 millones al término de 2023, con un crecimiento de $594 millones respecto a 2022, un 3.8 % superior.

A pesar de tratarse de una tasa positiva, es 2.6 veces inferior al desempeño histórico de 2022 cuando repuntó un 10.2 % (más de $1,447 millones).

La banca es clave en la economía porque canaliza inversiones para el sector privado, compra de vivienda, créditos de consumo y resguardo de los ahorros, además de ser el principal financista del gobierno en la compra de títulos de corto plazo.

Según Abansa, en 2023 hubo una menor demanda de financiamiento de dos sectores pujantes de la actividad económica, principalmente de la industria manufacturera con una caída en la cartera de créditos de un 4 %. Este desempeño era de esperarse después de acumular seis trimestres en negativo desde 2022 por una menor demanda externa -sobre todo textil y confección-.

La cartera de préstamos de la industria manufacturera superó los $1,545 millones en 2023, con una participación de un 9.5 % del total.

También hubo una reducción de un 1.9 % en la demanda de la industria de construcción, cuya cartera alcanzó los $873.9 millones, un 5.4 % de participación en el saldo total. Otras actividades (que incluye minería, transporte, instituciones financieras y entidades no clasificadas) reportaron una baja de un 9.4 %.

Entretanto, el financiamiento para los créditos de consumo experimentó un crecimiento de un 6.9 %, vivienda un 3.4 %, comercio un 6.4 %, servicios un 13.1 % y electricidad un 7.6 %.

La calidad de la cartera de préstamos vencidos (índice de mora) se mantuvo bajo y pasó de 1.9 % a 1.8 % entre 2022 y 2023.

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Depósitos.

En la plaza local operan 12 bancos, cuyos resultados demuestran que el sector se mantiene sólido y resiliente a las crisis internacionales que marcaron la dinámica el año pasado con ajustes en las tasas de interés por la Reserva Federal de Estados Unidos y la crisis bancaria reportada en marzo que salpicó a EE. UU. y Europa.

En ese contexto, los depósitos experimentaron un crecimiento de un 7 % al superar los $17,269.2 millones en 2023, equivalente a $1,127.7 millones adicionales a 2022. Este renglón se beneficia con la llegada de más remesas y representa la principal fuente de financiamiento para los préstamos otorgados por las instituciones financieras.

En la estructura de esta cartera, los depósitos a la vista (el usuario puede sacar el dinero en cualquier momento) crecieron un 1.6 %, mientras que los depósitos a plazo (con contrato de ahorro) experimentaron una variación de 16.9 %.

Los depósitos pactados a más de un año plazo reportan el crecimiento más exponencial, de hasta un 112.1 % al cierre de 2023. En los instrumentos a la vista, hubo una reducción de 4.9 % en las cuentas de corrientes.

El dato

Bancoagrícola mantiene la primera posición en la plaza, con un 24.8 % en créditos, seguido de Cuscatlán con un 17.9 %. El último puesto en la lista de las 13 instituciones se encuentra Abank, con un 0.9% en créditos.