Aún no ha comenzado la corta de café del ciclo 2023-2024 y ya es amenazada por la broca y la roya, dos plagas que causan el mayor daño económico en el cultivo del aromático. La Asociación Cafetalera de El Salvador (Acafesal) reporta un rebrote de estas enfermedades, que, si no se controlan, reducirán la producción.

Sergio Ticas, presidente de la Acafesal, recordó que debido a la tormenta Julia, en octubre de 2022, se cayó un 30 % del grano que se encontraba en fase de maduración. Debido a que no se tenía suficiente mano de obra, no se recogieron y se terminaron por podrir en el suelo, un foco de diseminación del insecto.

“Algunas fincas, un buen porcentaje, tienen broca. Por el otro lado, la roya está latente”, dijo el líder de la gremial. “Esto ha venido a afectar y la producción podría ser igual o un poquito menos que el año pasado”, que cerró en 876,315 quintales en el ciclo 2022-2023.

La broca se origina por un insecto que pone en promedio dos huevos por día. Durante el verano se suele refugiar en los granos del suelo y en el invierno sale a volar en búsqueda de comida: el grano verde.

Los brotes de broca se han documentado en fincas de Chalatenango, Santa Ana y Morazán, detalló Ticas, quien estimó que un 10 % de los productores se enfrentan a esta plaga. El cálculo, explicó, se basa en un sondeo entre los agremiados, aunque el nuevo Instituto Salvadoreño del Café (ISC) será el encargado de revisar la incidencia a nivel nacional.

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Un año más lejos del millón.

El Salvador dejó atrás sus años dorados cuando era el quinto productor mundial del grano, con cosechas superiores a los cinco millones de quintales en la década de 1970, y actualmente se ubica en la posición 16, según la Organización Internacional del Café (OIC).

El principal detonante fue un agresivo brote de la roya en el ciclo 2012-2013, que desplomó la producción en más de la mitad y dejó atrás la producción de más de un millón de quintales.

La Acafesal esperaba que en la cosecha 2022-2013 se regresara a esta cota, pero las pérdidas por la tormenta Julia truncaron esta proyección. “Nosotros calculábamos que íbamos a llegar a un millón” para el año cafetero 2023-2024, cuya corta inicia a mediados de octubre, pero “no creo que pasemos de 800,000 quintales. Siempre es baja si nos comparamos con los países vecinos”, añadió Ticas.

Honduras es el orgullo cafetero de Centroamérica, con una producción de 6.5 millones de quintales, que lo colocan como el cuarto productor a nivel mundial de las variedades arábicas. Guatemala tiene cosechas cercanas a los cuatro millones de quintales, Nicaragua 3.2 millones y Costa Rica 1.9 millones.

La caída en la producción también se refleja en las exportaciones, que entre el 1 de octubre de 2022 y el 20 de junio de 2023 acumulaban una baja de 13.6 %. El Salvador exportó 548,521 quintales, 76,171 menos que en el mismo período.

Las exportaciones dejaron $127 millones a los productores, un 13 % menos.