El precio de los alimentos se anotó un nuevo incremento en noviembre pasado cuando la canasta básica llegó a $240.74. Esto significa que una familia salvadoreña que dependa de un salario mínimo tendría que destinar hasta el 66 % de sus ingresos para comprar sus alimentos cada mes.

Detrás del encarecimiento de los alimentos está la inflación, el indicador de más preocupación de la economía mundial -y de El Salvador- desde el 2021 cuando se agravaron los problemas logísticos y el crudo se disparó en las principales bolsas.

Los datos de la nueva Oficina Nacional de Estadísticas y Censos (Onec), que sustituye a la Digestyc, confirman que los alimentos no dejaron de subir el pasado mes, a pesar de que la inflación registró una ligera baja de 7.5 % en octubre a 7.3 % en noviembre.

La canasta básica alimentaria en la zona urbana se colocó en $240.64 en noviembre, unos $0.77 más cara que los $239.87 que costó en octubre o $27.21 por encima del precio registrado en enero de 2022.

Una familia que gana salario mínimo del sector industria, comercio o servicios, por $365 sin los descuentos de AFP e ISSS, tendría que destinar el 66 % de su ingreso mensual para comprar la canasta básica.

En la zona urbana, el precio de los alimentos subió once centavos y la canasta básica se colocó en $183.47 en noviembre pasado.

En este caso, un salvadoreño que gana el salario mínimo en los beneficios de café y recolección de caña de azúcar, establecido por $272.55, tendría que destinar el 67.3 % de sus ingresos para comprar la canasta básica rural.

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La brecha sería mucho mayor para quienes se dedican a los trabajos agropecuarios, recolección de café y de algodón, por hasta el 74 % del salario mínimo fijado para este sector en $243.46.

La ley establece que las tasas de los salarios mínimos se fijan cada tres años, para lo cual el Consejo Nacional del Salario Mínimo (CNSM), una institución tripartita, debe evaluar del costo de la vida en cuanto a la alimentación, vestuario, educación y protección de la salud . El último ajuste entró en vigencia en agosto del 2022 y significó un incremento del 20 %.

¿Qué ha subido?

El Índice de Precios al Consumidor (IPC), usado para medir la inflación, registró que en noviembre en el rubro de alimentos y bebidas los productos que más subieron de precio fueron los lácteos, los huevos, frijol crudo y carnes.

En ese sentido, los informes de precio del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) confirman que el cartón de huevos de 30 unidades subió cerca del 6 % entre octubre y noviembre. Según el reporte, en el mercado central de San Salvador se podía conseguir en $4.78, pero un estudio de la Superintendencia de Competencia reveló que este alimento es 58 % más caro en los supermercados, uno de los principales lugares donde compran los salvadoreños.

La libra de queso también pasó de $3.50 a $3.60, el quesillo de $2.25 a $2.41 y el queso fresco de $2.50 a $2.68.

El reporte del MAG difiere del IPC en el precio del frijol, ya que el quintal de este grano superó los $100 el de seda nacional en octubre, pero para noviembre se colocó en $92.