La capacidad instalada de energía generada a partir de la radiación solar superó por primera vez en 2024 a las centrales hidroeléctricas, que por 70 años fueron el principal generador renovable de El Salvador, según estadísticas de la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones (Siget).

El año 2024 cerró con una capacidad instalada de 3,101.24 megavatios (MW), al menos 104.33 MW adicionales en comparación con los 2,996.91 MW registrados al término de 2023. Este crecimiento es atribuido exclusivamente a 101.63 megavatios que entraron en operación de la tecnología fotovoltaica y 2.69 MW GD T.

Según la Siget, las plantas que usan la radiación solar para producir energía alcanzaron 734.23 megavatios, un 23.6 % del total de la capacidad instalada.

La energía solar experimentó en la última década un acelerado crecimiento. Las primeras inyecciones de esta tecnología ocurrieron en 2016, en ese momento con una capacidad instalada de 60 MW. En 10 años, creció 12.2 veces y se colocó como el mayor generador renovable.



Desde la inauguración de la central 3 de Febrero, conocida como El Chaparral, la capacidad hidroeléctrica se ha mantenido sin nuevas inversiones. Además de requerir onerosos presupuestos, esta tecnología está sujeta a las variaciones del invierno por lo cual los países buscan otras alternativas de generación.

Esta tecnología se mantuvo el año pasado con una capacidad de 637.78 MW, producción atribuida principalmente a las centrales de Guajoyo, Cerrón Grande, 15 de Septiembre, 5 de Noviembre y 3 de Febrero, operadas por la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL).

La generación hidroeléctrica representa el 20.5 % de la capacidad instalada de El Salvador.

A pesar del avance renovable, la mayor capacidad instalada de los competidores del mercado salvadoreños se mantiene en las centrales de combustible fósil, que representan 757.12 megavatios, un 24.4 %.
Generación menos contaminante Además de agua y sol, en El Salvador se encuentran instaladas plantas que generan energía a partir del calor de la tierra, viento, residuos orgánicos, gas natural licuado (GNL) y del bagazo de la caña de azúcar.

De acuerdo con la Siget, 1,939.17 megavatios de la capacidad instalada en 2024 corresponden a plantas con tecnología renovable, equivalente a un 62.5 % del total.

Las centrales no renovables, por su parte, sumaron 1,162.08 megavatios, un 37.47 % de participación.

Dentro de las no renovables se encuentran las plantas de combustibles fósiles, así como la megaplanta de GNL en Acajutla, Sonsonate, con una capacidad instalada de 387.70 MW, y GD T con 17.26 MW.

El portafolio de generación de renovables es más variado. La Siget reporta que la biomasa tiene una capacidad de 295.40 MW y la geotérmica aporta 209.40 MW.

Además, el único parque eólico ubicado en Metapán, Santa Ana, tiene una capacidad instalada de 54 MW y el biogás registra 8.35 MW.

El Salvador tiene 2,009 plantas de generación, de las cuales 1,953 corresponden a fotovoltaica, 20 hidroeléctricas y 13 otros combustibles fósiles. Estas tres tecnologías concentran el 98 % de las centrales de producción de energía.