Los magros augurios sobre la dinámica económica para 2023 comienzan a materializarse. El Banco Central de Reserva (BCR) confirmó que la economía salvadoreña apenas creció un 0.8 % en el primer trimestre, su peor desempeño desde la pandemia de covid-19.

Los resultados de la dinámica económica, que se suelen anunciar en una conferencia de prensa, esta vez solo se actualizaron en su portal estadístico. El Banco Central confirmó que la economía continúa desacelerando fuertemente y su crecimiento del primer trimestre es cinco veces inferior a la tasa de 4 % que registró en el mismo período de 2022.

Las cartas estaban sobre la mesa después de que varios organismos internacionales advirtieron a finales del año pasado que la economía salvadoreña se encamina a una desaceleración por la crisis internacional, influenciada principalmente por un menor dinamismo en EE. UU.

Este bajo desempeño no se había visto desde que en el primer trimestre de 2020 comenzó a decrecer, en ese entonces cayó 0.9 %, debido al inicio de la pandemia. El Producto Interno Bruto (PIB, producción de bienes y servicios) cerró ese año con una contracción de 7.8 %, la peor desde la guerra civil en la década de 1980.

La industria sigue en caída.

Siete de las 19 actividades que conforman el PIB registraron contracciones, pero las más afectadas fueron nuevamente las industrias manufactureras, con una caída de 4.5 %; seguida de suministro de agua y alcantarillados, con una baja de 3.8 %.

Aún sin el impacto del fenómeno climático de El Niño, que amenaza con una menor producción para este año, el sector agrícola y ganadería se contrajo un 0.6 % en el primer trimestre. También hubo una baja en explotación de minas y canteras, de 1.1 %.

Comercio y reparación de vehículos cayó un 0.1 % y el sector inmobiliario un 1.2 %, así como las actividades de atención de la salud se contrajeron un 0.1 %. El Banco Central también reporta una fuerte caída de los impuestos netos en 11 %.

Contrario a estas bajas, el sector que más creció en el primer trimestre fue construcción, en hasta 17.9 %. Esta industria es beneficiada, según ha explicado anteriormente el BCR, por los proyectos privados de infraestructura vial y el desarrollo de nuevos polos inmobiliarios.

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Primeras advertencias.

Inicialmente, el BCR estimó que la economía crecería entre un 2 % y 3 % este 2023. Incluso, en abril pasado celebró cuando el Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoró su perspectiva económica, al pasarla de un 1.7 % a 2.4 % para este año.

Sin embargo, los resultados de algunas variables clave en los primeros meses del año advertían de un menor desempeño. Las exportaciones, uno de los principales motores de la economía, se habían contraído un 4.6 % en el primer trimestre. Los datos del BCR confirman que la caída ha continuado y a mayo acumulaba una baja de 7.7 %.

Los envíos de la maquila, uno de los principales empleadores privados y de los más exportadores, se han contraído un 18.1 % a mayo. Esto se explica por una menor demanda en Estados Unidos, donde solo en los primeros cinco meses del año ha ocurrido una crisis bancaria, el riesgo de caer en impago y los ajustes de las tasas de interés.

A los ingresos tributarios -reflejo de la economía- tampoco les ha ido muy bien, con una caída del 1.3 % en comparación a 2022.

El dato

El sector industrial acumula un año con contracciones. Inició en el segundo trimestre de 2022 con una baja de 0.7 %, mientras que para los primeros meses de 2023 llegó a -4.5 %.