Este producto solo es elaborado en El Salvador por la empresa japonesa Kyocera AVX, ubicada en la zona franca de San Bartolo, Ilopango. De acuerdo al BCR, sus exportaciones aumentaron $18.7 millones (un 7.8 %) en comparación con los $241.2 millones de 2021.
A diferencia de otros productos, los condensadores también crecieron en carga exportada un 1 % y se enviaron más de 1.11 millones de kilogramos. Tanto en volumen como en valor monetario llegó a máximo desde que se lleva registro de sus exportaciones, a partir de 2005, según el registro del BCR.
Los condensadores electrónicos son altamente demandados por varias industrias, como la automotriz, telecomunicaciones o espacial. Son pequeñas baterías, como la de un celular, pero que se diferencia por su alta capacidad de entrega y almacenamiento de energía en millones de veces por segundo.
La disponibilidad de estas piezas se vio interrumpida en 2020 por los cierres de grandes fábricas debido a los esquemas de confinamiento, pero el suministro se agudizó en 2022 tras la invasión rusa a Ucrania, uno de los principales proveedores de esta tecnología.
La industria salvadoreña aprovechó esa ventaja y crece un 78.3 % desde los valores prepandémicos, unos $114 millones más desde los $145.75 millones exportados en 2019. Los envíos son 2.1 veces superiores frente a los $120.1 millones reportados en 2005, hace 17 años.
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El producto estrella.
De acuerdo con el BCR, los chips son el cuarto productos más exportados por El Salvador al cierre de 2022 y es considerado uno de los más complejos de la industria nacional.Solo es superado por las camisetas, que cerró el año pasado con $819.1 millones, así como los suéteres con $519.1 millones y los artículos para el transporte, que reportó envíos valorados en $325.9 millones.
El Salvador envía condensadores electrónicos a 16 países, pero el 99.9 % de las exportaciones tiene por destino Estados Unidos, con $259.8 millones al cierre del año.
El 0.01 % se distribuye entre envíos a Hong Kong, China, Corea del Sur, Japón, Isarael, Portugal, Reino Unido, Alemania e incluso a México.
Los resultados a finales del año pasado superaron la expectativa de la empresa de exportar unos $220 millones, según previsiones dadas a conocer en julio de 2022 por Alfredo Tovar, gerente general de Kyocera AVX, tras recibir un premio de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) por ser el principal exportador de tecnología del país.
Kyocera AVX inició operaciones en 1977 y, según declaraciones de Tovar, invierte $20 millones para ampliar su capacidad de producción entre un 5 % y 8 %.
La firma opera en el mercado salvadoreño su planta más grande de capacitores de tantalio a nivel mundial, donde también se manufactura capacitadores cerámicos y de niobio.
Cada semana, en la planta se elaboran unos 300 millones de unidades destinadas al mercado internacional.