Líderes del sector energético coincidieron este lunes en que la energía nuclear es la única solución viable a largo plazo para enfrentar la creciente demanda eléctrica provocada por el auge de la inteligencia artificial (IA), una situación que ya está elevando los costos de electricidad para los consumidores en Estados Unidos.

“El crecimiento de la demanda no tiene precedentes”, afirmó Andrew Waranch, presidente de Spearmint Energy, durante el World Strategic Forum (WSF), que se desarrolla esta semana en Miami. Waranch advirtió que el país no estaba preparado para este salto en el consumo energético.

Shawn Bennet, gerente de la división de Energía y Resiliencia, coincidió en que la industria no anticipó el impacto de la IA, especialmente en la operación de centros de datos, cuya actividad intensiva en energía ha provocado retrasos logísticos críticos. “Los pedidos de turbinas de gas ahora tienen tiempos de espera de hasta siete o diez años”, señaló, frente a los dos años habituales.

Este cuello de botella está generando un alza progresiva en los costos de la electricidad, lo que terminará afectando directamente a los consumidores. De acuerdo con los especialistas, los estadounidenses podrían ver duplicadas sus facturas eléctricas en los próximos años si no se encuentra una solución estructural.

En este contexto, la mayoría de panelistas del foro señalaron la energía nuclear como la única opción real para enfrentar la crisis energética con una fuente “limpia, estable y escalable”. Así lo aseguró Demian Reidel, presidente de Nucleoeléctrica Argentina, quien además destacó que la energía nuclear puede generar una base sólida de suministro frente a otras fuentes más volátiles.

Isaiah Taylor, fundador de Valar Atomics, defendió que los nuevos desarrollos en energía nuclear, como los reactores modulares, pueden estar listos para su comercialización en solo “uno o dos años”, a diferencia de los proyectos tradicionales que tardan entre cinco y diez.

No obstante, Reidel subrayó que aún existen obstáculos importantes como los permisos, la interconexión a redes y los sistemas de transmisión eléctrica, que ralentizan su implementación.

En julio pasado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó acelerar el encendido de los reactores nucleares modulares antes de julio de 2026. Estos reactores, más pequeños que las centrales tradicionales, tienen una capacidad aproximada de 300 megavatios y representan una apuesta estratégica del gobierno.

Cabe destacar que el sector nuclear estadounidense se ha mantenido prácticamente estancado desde el accidente de Three Mile Island en 1979, en Pensilvania, aunque algunos sectores apuntan ahora a una reactivación gradual como respuesta al nuevo panorama energético.