Después de un año con más salidas que ingresos de la inversión extranjera directa (IED) neta, el saldo de estos capitales cerró en el tercer trimestre del 2022 en un terreno un tanto positivo cuando el país captó $223.17 millones.

El flujo de la inversión extranjera se actualiza cada tres meses y los últimos datos publicados a finales de diciembre del 2022 por el Banco Central de Reserva (BCR) confirman que la IED neta acumuló cuatro trimestres consecutivos con un saldo negativo, es decir, que hubo más salidas.

En el sistema de cuentas nacionales se lleva un registro de la inversión pública (ejecutada por el Gobierno), la inversión privada y la inversión extranjera. Este último renglón es uno de los indicadores en los que más atención ponen los organismos internacionales porque depende de la capacidad de atracción de un país, además de considerarse que las compañías transnacionales tienen un papel importante en las exportaciones y la producción de bienes duraderos.

Para esto se considera la EID neta, que es básicamente la inversión extranjera que queda en la economía después de restar las liquidaciones que transfieren las empresas a sus casas matrices.

El tercer trimestre del 2022 cerró con una IED neta de $223.17 millones, equivalente a $204.11 millones más frente al resultado del mismo trimestre del 2021, cuando el saldo fue negativo en $19.06 millones.

Sin recuperarse.

En el primer trimestre del año el saldo fue negativo por $211.52 millones y en el segundo por $56.34 millones. Aunque para el tercero fue positivo, no es suficiente para revertir la tendencia de la primera parte del año y el flujo es -$44.69 millones.

Esto significa una caída de $350.14 millones frente a los $394.83 millones que acumulaba El Salvador en inversión extranjera directa al tercer trimestre del 2021.

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El Salvador ha sido de los que menos inversión extranjera atrae de Centroamérica y el último informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), publicado en noviembre pasado, reafirmó que se mantuvo en 2021 a la cola. Ese año, el país recibió $314 millones, muy lejos de los $3,563 millones que captó Costa Rica.

A pesar de que la IED creció en 2021 un 11.3 % frente al 2020, año de los grandes confinamientos, se quedó muy debajo de los $636 millones del 2019. La tendencia de este 2022 apunta a que el país no podrá nuevamente superar la cota.

Principales tractores de la IED.

Las actividades financieras y de seguros se llevaron la mayor parte de la inversión extranjera, por $82.28 millones y equivalente al 36.8 % del total.

El sector de comercio fue el segundo que más capitalizó con $80.50 millones, seguido de otros servicios con $30.40 millones y la industria con $25.99 millones.

El ramo de información y comunicaciones, que había sido una de las principales anclas en 2020 por el despliegue de redes de mayor velocidad, fue el único que reportó un flujo negativo de $17.10 millones.

Cerca del 92 % de la inversión extranjera procede de 35 países, donde Panamá lidera con $114.88 millones del total captado en el tercer trimestre (el 51.4 %).

Desde México se recibieron $34.4 millones (el 15.4 %), mientras que de Estados Unidos se captaron $30.10 millones (el 13.4 %).