Los ingresos de los impuestos cargados al consumo, que son un reflejo de la capacidad adquisitiva de los hogares salvadoreños, volvieron caer en mayo pasado, confirmó el Ministerio de Hacienda.

A pesar de que el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, negó a finales de mayo una caída en los ingresos tributarios y aseguró que la recaudación iba por “buen rumbo”, el último informe publicado el viernes en Transparencia Fiscal difiere de esta declaración.

De acuerdo con el reporte, el fisco recibió $3,149.9 millones entre enero y mayo de 2023. Esta cifra acumula una baja de 1.3 % en comparación con lo reportado en el mismo período de 2022 y es un 1 % inferior a las proyecciones presupuestarias.

Los principales generadores de ingresos al fisco salvadoreño son el Impuesto al Valor Agregado (IVA), que se carga al consumo, y el Impuesto sobre la Renta (ISR), que lo pagan los asalariados y las empresas por sus ganancias.

El ingreso que más ha caído a mayo es el IVA, que dejó al fisco salvadoreño un poco más de $1,269.2 millones y es un 4.2 % por debajo de lo recaudado en el mismo período del año pasado o 2 % menos que en el presupuesto.

También cayó lo recaudado en concepto de los impuestos selectivos al consumo, un 2.7 %, y dejaron al fisco $95.1 millones. En este grupo se encuentran los cargados a las bebidas alcohólicas, las cervezas, cigarrillos, gaseosas y compra de armas.

Por su parte, el ISR representó $1,553 millones y mostró un ligero crecimiento de 0.4 % frente a lo recaudado en 2022. Sin embargo, cayó en 2 % en comparación con las proyecciones contempladas en el presupuesto.

De igual manera, hubo una caída en lo recaudado por los derechos arancelarios a la importación, de 2.1 %.

Los únicos que mostraron crecimiento fueron los ingresos por gravámenes diversos (primera matrícula), de 19.8 %, así como de las contribuciones especiales, un 12.5 %.